Prender el asador, prepararse para la carnita asada, hacer las salsas… En todas las culturas, la parrilla es un pretexto para convivir y pasarla bien pero no se puede negar que los argentinos tienen toda una cosmovisión a través de las llamas, la brasa, los cortes y por supuesto, el choripán.
El origen de este emparedado se remonta al siglo XIX en pequeños pueblos de Río de la Plata. Los habitantes de la región, -también conocidos como gauchos- realizaban pequeñas celebraciones alrededor del fuego y de la carne.
Al ser habitantes con pocos recursos, muchos de ellos recurrían al pan y al ganado que ellos mismos procuraban para abastecer a sus familias, por lo que el consumo de ambos fue notorio durante muchos años.
Aunque parezca un platillo sencillo de hacer, un buen choripán se distingue por la calidad del chorizo argentino y suficiente chimichurri untado en un pan crujiente; todo en conjunto hace una comida que enamora a cualquiera.
Mucha gente acostumbra a comerlo como aperitivo de los cortes aunque también llega a ser la estrella de los asados en las llamadas chorizadas.
A diferencia del chorizo convencional, el argentino se elabora con especias -como albahaca, tomillo, laurel o perejil- y vino. Es un embutido que no pasa por ningún proceso de ahumado como algunos otros.
El chorizo que utilizan para la elaboración del choripán se llama criollo, es muy blando y de aspecto crudo. Está elaborado con carne de vaca y cerdo, resaltando mucho más los sabores de la primera.
El Festival Mundial del Humor y el Choripán Cordobés no sólo busca reunir a los mejores choripanes, también concentra lo mejor de la música y el ingenio de las personas desde hace 7 años en la provincia de Córdoba.
Dentro de las actividades del Festival se encuentran los concursos de comida. Un jurado especializado en este platillo premia al mejor chimichurri, choripan gourmet, clásico y mundial.
Te dejamos unos tips para consentirte con un choripán tradicional argentino.