La mistela es una bebida alcohólica elaborada a partir del jugo de uva; en México se prepara con otras frutas como el durazno, nanche, limón, mango o piña o de frutos secos como la nuez y la almendra.
Es un licor típico de Chiapas aunque también se consume y elabora en Tabasco, Oaxaca, Campeche y Yucatán.
Para su elaboración se maceran las frutas en alcohol de caña y se deja reposar durante un periodo largo, -pueden ser semanas o meses- y posterior a eso se retira la carne de la fruta para dejar únicamente el jugo.
En el Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca se considera una bebida tradicional; aquí se prepara con 96º de alcohol, agua y frutas. La pulpa sobrante del proceso de elaboración se transforma y vende como golosinas.
En Oaxaca se toma como digestivo o aperitivo. Anteriormente la mistela formaba parte del menú en las celebraciones y eran muy comunes los sabores como anís, rosas y cerezas.
En Yucatán se elabora con naranja y anís, también lo preparan con hierbabuena y a esta mezcla se le conoce como verdín.
Actualmente es muy común tomarla acompañada de algún postre o pastelillo.
Esta bebida también es típica de la Península Ibérica, sobre todo en las provincias de Turis, Marina Alta, Utiel y Requena en la Comunidad Valenciana; aquí también se le conoce como “Tierno”.
A diferencia de la mistela elaborada en México, la de España se prepara en su mayoría con uvas blancas como la Moscatel o Malvasía y tintas como Garnacha y Tempranillo.
Después de que estas son retiradas del racimo, son prensadas para colocar el alcohol de 96°, con la intención de evitar que el vino se fermente. La mayoría de las mistelas son colocadas en barricas para potenciar sus aromas y sabores.