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¿Qué opciones hay para sustituir los empaques de un solo uso?

Por Animal Gourmet

A partir del primero de enero entró en vigor una ley que prohíbe en la Ciudad de México los empaques de un solo uso; la pregunta ante esta iniciativa es ¿qué alternativas hay para la comida que se envía a domicilio?

Desde hace varios años hay una discusión común: cuál la mejor forma de empacar los alimentos para conservarlos bien sin dañar el medio ambiente.

Transportar comida ha estado desde hace muchos años en nuestras vidas pero la llegada de la covid19 causó, entre muchas otras cosas, el uso desmedido de materiales dañinos y empaques de un solo uso.

Tazas y platos hechos con bagazo

Va un dato: el 99% de papel, plástico y vasos de café terminan en la basura y después de esto no hay futuro; pueden tardar hasta 20 años en biodegradarse.

Kaffeform es una nueva empresa dedicada a hacer platos, vasos, tazas y más con los desechos que deja el uso del café. El bagazo -como se conoce comúnmente en las cafeterías- ahora tiene una tercera oportunidad.

Y decimos tercera porque con un tratamiento correcto este desecho podía considerarse composta; incluso algunas cadenas cafeteras lo regalan a quienes llegan a solicitarlo.

Esta iniciativa no es nueva, tiene ya alrededor de tres años haciéndose en Berlín ya que en Alemania se consumen aproximadamente 6.3 kilos de café por persona al año.

Y no lo hacen solos, un colectivo que recoge en bici alrededor de 50 kilos de residuos de café diario se los provee. Una vez que están en Kafferform se procesa para tener desde un vaso para espresso hasta una taza.

El producto final se compone de 40% de residuos de café biodegradable al 100%. Sus creadores creen que en algunos años este material no solo servirá para hacer platos y utensilios, también para muebles. 

La naranja se convierte en bioplástico

Giselle Mendoza es una estudiante mexicana de economía del Tec de Monterrey que vio en la contaminación una oportunidad para explotar sus conocimientos y de paso ayudar al planeta.

Geco es la startup que creó en un momento de inspiración cuando se dio cuenta de que México es el quinto productor de naranja a nivel mundial y que del 40 al 60% de toda la fruta se desperdicia.

De esta manera decidió estudiar y experimentar con los residuos de este alimento-bagazo y cáscara- y así nació un bioplástico de celulosa bacteriana.

A diferencia del de mango y de otros desechos orgánicos que se aprovechan para lo mismo, estos son bonitos porque  no se notan las fibras.

El bioplástico hecho con naranja es transparente, flexible y resistente. ¿Lo mejor? Se descompone en 90 días.

Hojas de plátano

De acuerdo a la BBC, 10 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos cada año.

Un supermercado en Tailandia se tomó esto en serio y buscaron una alternativa para no contribuir al uso de las bolsas de plástico.

Rimping es el nombre del supermercado ubicado en Chiang Mai que ya comenzó a envolver sus productos vegetales en hojas de plátano amarrados con bambú.

Los costos de las hojas de plátano son bajos. Además, al ser un producto que proviene de la siembra no requiere un esfuerzo extra para obtenerlas.

Sabemos que el uso de estas hojas en México no es cosa nueva y más en zonas tropicales donde se utiliza para preparar cochinita pibil y tamales.

¿Y cómo disminuimos la contaminación en México?

En México ya nos dimos cuenta. Hay iniciativas que están trabajando en evitar el aumento de la contaminación, por ejemplo, en algunos municipios de Oaxaca ya prohibieron el uso de unicel y otros empaques de un solo uso.

Otros estados se sumaron a esta iniciativa. Las autoridades les brindan a los pobladores vajillas reutilizables para que las usen cuando tienen alguna reunión.

De esta manera también evitan que compren ningún tipo de platos, vasos o cubiertos desechables.

Otra de las iniciativas en contra de sumar a la contaminación del planeta están en Veracruz, Baja California y Oaxaca, donde están prohibidas las bolsas de plástico en supermercados.