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La composta es un abono natural que utiliza los nutrientes de desechos orgánicos para hacer que las plantas crezcan mejor.

Hacer composta: la manera más sencilla de evitar el desperdicio en casa

Por Paloma García Castillejos

Nos preocupa la cantidad de basura que se genera en los hogares cada día. Pero no todo son malas noticias, hacer composta para mitigar este daño -y de paso ahorrarse unos pesitos- es mucho más sencillo de lo que crees.

La composta es un sistema en el que se descomponen los desechos orgánicos por medio de bacterias que están en el ambiente. Hay dos formas: en seco o con humedad; si es la primera vez que lo haces, te recomendamos que empieces con la seca porque es más sencillo ;).

composta en casa
Hacer composta te va a ayudar a mantener en mejor estado tus plantas.

Los instrumentos que necesitas

Lo primero que vas a necesitar un lugar para hacerla. Si tienes un jardín puede ser un hoyo, en caso de que no lo tengas, con un bote de basura con tapa basta. Sólo hay que hacer unas pequeñas perforaciones para que entre aire.

Es importante que contemples tierra, residuos de plantas, ramas, hojas secas y hasta los cartones de huevo hechos pedacitos sirven. Esto la enriquecerá en nutrientes y prevendrá que se llene de bichos.

Finalmente, necesitarás los residuos orgánicos de la cocina. Debes evitar pescado y sus huesos, cítricos, heces fecales, carne, aceite y grasa. Cuando un residuo vegetal sea muy grande -como el olote o la semilla de mango- te recomendamos cortarla para que se deshaga más rápido. El resultado es ideal para empezar un huerto en casa y que tus plantas crezcan llenas de nutrientes.

Manos a la obra

Composta seca

Busca un contenedor amplio en donde tengas la facilidad de revolver; puede ser un bote de basura grande o una maceta aunque recuerda: debes taparlo bien para que no sea presa de otros animalitos. Piensa en la composta como una lasaña de desperdicios: una capa de algo, una encima de otra cosa, más de la primera y así, sucesivamente. Comienza con la primera capa: hojas secas y tierra para que tenga una base sólida.

La segunda capa la formaremos de residuos. Te recomendamos que acumules los de una semana o lo suficiente como para hacer una capa de aproximadamente cinco centímetros de espesor. Aquí entran los cascarones de huevo, lo que te sobró de las verduras, semillas y pieles. Inmediatamente después de eso, asegúrate de cubrir nuevamente con hojas secas, cartones de huevo hechos pedacitos o aserrín. Coloca la tapa y espera a tener suficientes residuos para hacer lo mismo una vez más. Cuando llenes el contenedor, coloca una última capa de tierra, hojas secas o cartones de huevo en pedacitos y espera un par de meses. Cuando lo abras… ¡voilá! Tienes tierra lista y llena de nutrientes para tus plantas.

La composta húmeda

Ya que tienes tus desechos orgánicos separados es hora de comenzar.

Busca un contenedor amplio en donde tengas la facilidad de revolver, ya puedes encontrar algunos en tiendas especiales o puedes fabricar uno con madera.

Es importante que sepas que los ratones son clientes frecuentes de la composta así que te recomendamos que el contenedor sea de un material grueso para que esté completamente aislado.

Si tienes un jardín o un pequeño espacio de tierra también la puedes hacer directamente ahí. Colócalo a la luz de sol, el calor ayudará a descomponer más rápido los desechos.

Comienza con la primera capa: hojas y tierra para que tenga una base sólida.

La segunda capa la formaremos de residuos verdes. Estos pueden ser pasto viejo, desechos de frutas y verduras, café molido y té.

La siguiente capa se compondrá de desechos marrones o cafés. Aquí puedes colocar las hojas secas, paja, plantas muertas, aserrín o desechos de madera y flores secas.

En este punto todo va más avanzado: puedes colocar desde cáscaras de huevo, cabello y hasta prendas de algodón viejas o que ya no ocupes.

Las capas idealmente son de 5 centímetros de ancho y en una proporción de mitad residuos verdes y mitad marrones o en su defecto 3 partes de marrón por una verde.

No coloques capas verdes muy gruesas o en demasiada cantidad porque tienden a no actuar con aire ni oxígeno y esto dificultará la descomposición. Recuerda que el oxígeno es parte fundamental del proceso.

Si decidiste comprar las lombrices, aquí es momento de ponerlas a que actúen en la mezcla.

Composta en casa
Algunos de los residuos verdes.

Ya casi está la composta

Si lo hiciste en un contenedor, ponle la tapa y ciérralo, si lo hiciste en el suelo coloca una capa de tierra encima de tu última capa.

Es importante que la composta esté húmeda para que su descomposición sea rápida. Como consejo te decimos que conforme vayas colocando cada capa de desechos las mojes.

Si el clima es seco o el sol es muy directo recuerda estar humedeciendo constantemente.

Otro consejo que tenemos es triturar los desechos. Actualmente ya venden máquinas de compostaje que prácticamente muelen todo, esto con la finalidad de que la descomposición sea más rápida.

Revuelve el abono cada una o dos semanas, mezcla bien y hasta abajo para que todo sea uniforme.

Y a todo esto… ¿cuáles son sus ventajas?

El abono por composta da a la tierra tres componentes básicos principales: nitrógeno, fósforo y potasio.

Entre los beneficios de utilizarla están que mantienen la humedad del suelo, permite el paso de aire, controla la erosión y ayudamos a conservar el ambiente y a aprovechar nuestros desechos.