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#SabuesoGourmet: así influye la invasión de Rusia a Ucrania en el precio de alimentos

Por Paloma García Castillejos

Creías que el conflicto estaba demasiado lejos para afectarnos ¿eh? La invasión de Rusia a Ucrania trajo más consecuencias de las que aparenta, entre ellas, la subida de precios en alimentos gracias a la escasez de productos en el mercado mundial y la alza, también, del costo de la energía, petróleo y metales como el aluminio.

¿Por qué? Consultamos a dos expertos, algunas fuentes y estos fueron los datos que olfateamos.

El granero de Europa… y del mundo

De acuerdo con la FAO, Rusia y Ucrania son dos países clave en la producción de alimentos del mundo, ya que en 2021 reportaron, entre ambos, dominar una tercera parte de las exportaciones mundiales de trigo, maíz, canola, fertilizantes con base de nitrógeno -como el que se utiliza para cultivar maíz- aceite y semillas de girasol. 

Gracias a esto, ambos países son conocidos como el granero de Europa, dice Jesús Carrillo, coordinador de investigaciones económicas del Instituto Mexicano de la Competitividad.

Carrillo también afirma: si hay escasez en las cosechas de estos dos países, los precios del mercado subirán de precio irremediablemente porque habrá más demanda sobre menos producto. Esto influye tanto en Europa como en el resto del mundo y sí, también nos afecta en México.

De acuerdo con un estudio publicado por Reuters, las regiones más afectadas por el conflicto serán Asia – Pacífico, el norte de África, la zona del Sahara y el este del continente, pero Latinoamérica también sentirá el conflicto a la hora de comprar ingredientes de su canasta básica.

La paradoja del maíz

precios alimentos invasion rusia

Desde inicios de 2022, la masa de maíz nixtamalizado sufrió un aumento del 17.7% en México con respecto al año anterior. 

Esto, afirma el economista y profesor de la UNAM Juan Carlos Moreno Brid, tiene que ver con la inflación reportada, aunque es una tendencia que va a la alza también por la invasión de Rusia a Ucrania, ya que  la producción y cosechas de alimentos disminuyen por este motivo.

Para que nos demos una idea, México importa alrededor de 17 millones de toneladas de maíz al año, de acuerdo con cifras del Consejo Nacional Agropecuario. Esta cifra equivale al 40% del consumo, lo que indica que, aún con todas las variedades nativas y la cultura alrededor de este cereal, no somos autosuficientes en su cultivo y dependemos del mercado mundial.

El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas calcula que el precio del maíz ha incrementado un 35% en el último año, lo que puede verse reflejado en el aumento de tortillas, masa, tostadas y cheque promedio en toda suerte de restaurantes, fondas, tenderos y lugares para comer.

El pan: un bien que sube de precio

budín de pan

Rusia también es uno de los principales productores de trigo, el cereal más utilizado en Occidente para preparar pan. Este alimento, considerado como uno de los más accesibles y comunes en la alimentación mexicana, también sufrirá un aumento de precio muy significativo.

De acuerdo con un estudio publicado por Reuters, entre el 20 y 30% de los campos rusos y ucranianos que solían tener vocación agrícola para cereales de invierno como el trigo no producirán nada en la temporada de 2022-23, lo que creará escasez en el mercado y, por lo mismo, alza de precios.

México importó en 2021 cerca de 224 mil toneladas de trigo ruso y ucraniano, según datos del Grupo Consultor de Medios Agrícolas. Al desvanecerse ambos proveedores en el mercado de los cereales, se tendrá que recurrir a otros países productores como China y Estados Unidos, cuyos precios de venta no siempre son tan competitivos.

Aceite, energía, aluminio y petróleo: los daños colaterales en el aumento de precios

sardinas enlatadas a la mexicana

La FAO asegura que el 80% de las exportaciones de aceite de girasol provienen de Rusia y Ucrania, siendo esta variedad una de las más comunes para cocinar en México.

De acuerdo con Jesús Carrillo, del IMCO, el problema no solo existe en la producción de alimentos sino en varias industrias colaterales, como la de la comida en conserva. Rusia es el tercer productor de aluminio a nivel mundial, así que el precio sobre alimentos enlatados sufrirá aumentos gracias a la escasez de este metal.

De igual manera, el transporte aumentará de precios. En los puertos ucranianos y rusos se le dará prioridad de salida a los productos con más valor en el mercado. Los granos, cereales y aceites quedarán rezagados y será más caro moverlos de un país a otro.

El incremento de la gasolina y los derivados del petróleo no son ajenos al problema alimentario que se enfrenta gracias al conflicto entre Rusia y Ucrania. Juan Carlos Moreno Brid, catedrático de la UNAM, asegura también que los costos de producción de alimentos aumentarán y eso se reflejará en los precios finales de todo lo que comemos