Disfrutar de un buen corte argentino es casi un ritual. Y Quebracho hace de ese ritual algo sabroso y agradable durante todo el tiempo que permaneces en su mesa.
Esta vez, por ser un día de verano soleado y bonito, elegimos terraza. Entre semana la mayoría de los comensales son oficinistas de la zona, pero en fin de semana reina el ambiente familiar.
Comenzamos con los clásicos
Esta cuasi religión argentina siempre tiene que comenzar con tres platillos: empanadas, provoleta y jugo de carne. Nos decantamos por la empanada criolla, que es de carne, pero no de cualquiera, sino de vacío, perfectamente condimentada, con la de espinaca y queso, perfectamente crujientes. También llega a la mesa un refrescante Spritz, la clásica bebida italiana que los argentinos han adoptado como propia.
Continuamos con la provoleta que, en otros restaurantes argentinos hemos probado como queso fundido, pero aquí es crocante por fuera y fundida por dentro. Hay que comerla rápido para disfrutar su increíble sabor y consistencia a pleno.
Y seguimos con un jugo de carne que nos preparan en la mesa. Especito y muy llenador, ya que lo cocinan por cuatro o cinco horas con las mermas de rib eye, tira de asado, vacío y cabeza de filete. Además lleva hueso, lo que le intensifica al máximo su sabor.
¿Un ojo de bife de 600 gramos, calidad Prime?
Así es, como somos dos personas es la cantidad que creemos conveniente, pero aquí puedes encontrar cortes de 200, 300, 400, 600, 750 y 800 gramos, así como de 1 kilo, 1 kilo 200 gramos; además de kilo y medio.
Entre tantas opciones es difícil decidirnos por el corte que más se nos antoja. Nos tienta la tapa de bife o el ojo de bife que en muchos lugares encuentras sólo como sugerencia, pero en Quebracho forma parte del menú establecido.
También se nos antoja el corte quebracho, un rib eye prime de 600 gramos, pero nos decidimos por el ojo de bife, que resulta ser estupendo en cocción, sabor y suavidad.
Y como un buen corte tiene que ir acompañado por una buena ensalada y papitas fritas, escogemos la ensalada mediterránea, con corazones de alcachofa, queso de cabra, lajas de queso parmesano, aceitunas negras y jitomates cherry.
Y si algo nos sorprende son las papas Soufflé, que viene con tres tipos de papa: inflada, en una canastilla de papa reja y sobre una base de papa paja.
Acompañamos el plato fuerte con un Cruz Alta reserva Malbec, importado de Argentina y que proviene de la segunda mejor bodega de esos lares.
Hablando de etiquetas, en Quebracho tienen distintas opciones: más de 20 etiquetas argentinas y algunas que otras mexicanas y españolas. Y como el vino es asunto serio para los gauchos, importan más de 60.000 botellas por año.
Y para terminar la travesía por las pampas…
Seguimos con la tradición al pie de la letra con un alfajor de hojaldre casero con dulce de leche y nuez molida. Lo acompañamos con dos tipos de café, que además son orgánicos y chiapanecos: El affogato, con helado de vainilla y café espresso y el Latte porteño, con dulce de leche.
Los sábados de Montilla
Y si además de la comida argentina, amas su música tradicional, los sábados a las 21:00 horas puedes asistir a la montilla, donde su cantante María Inés, interpreta tango con todo el sentimiento que los caracteriza y además hace un monólogo.
Incluso si no tienes ganas de comer tanto, a partir de la semana que entra van a ofrecer una picada Argentina, con jamón serrano, salame italiano, queso mozzarella, queso parmesano, aceitunas y tomates cherry, con botella de vino a un precio promocional después de las 5:00 de la tarde.
Así que ya sabes, si tienes ganas de una buena comida argentina, en un lugar agradable y con un excelente servicio, no olvides darte una vuelta por Quebracho.
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