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Foto: Canva

Cómo maridar: Consejos para lograr el mejor maridaje

Por Animal Gourmet

¿Cuál es el secreto para un gran maridaje? Aunque la ciencia del maridaje puede ser muy compleja, también puede simplificarse a lo fundamental. Lo importante es recordar que lo que se busca es el balance de sabor entre el vino y el platillo para que sepa rico y nos haga comer y beber más. No es tan difícil como crees si sigues esta guía paso a paso para aprender cómo maridar. Sólo recuerda que esto es… pues eso, una guía y no una regla escrita en piedra, así que puedes empezar con estos consejos y, cuando te sientas con más confianza, empezar a experimentar con diferentes vinos y comidas. Ahora sí, vamos a lo importante:

Paso a paso, cómo maridar sin complicarse

Piensa en el vino como si fuera un ingrediente

Identifica los sabores básicos tanto del vino como de la comida con la que maridarás: dulce, ácido, salado, amargo, agrio, picante, etc. Por ejemplo: los sabores básicos del mac & cheese son salado y grasoso.

Elige una metodología

Elige una metodología de maridaje que haga contraste o que armonice. Puede ser un maridaje armónico, que crea un balance al amplificar los sabores básicos que comparten el vino y el platillo; o un maridaje contrastante, que crea un balance al contrastar sabores opuestos que se encuentran en el vino y el platillo.

Algunos maridajes armónicos que no fallan son:

  • palomitas de maíz con chardonnay
  • puerco al bbq con zinfandel
  • ensalada de pepino con sauvignon blanc
  • pavo al horno con pinot noir

Algunos maridajes contrastantes que no fallan son:

  • queso azul con vino de postre u oporto
  • lomo de cerdo con riesling
  • pasta con hongos con syrah
  • pasta carbonara (con tocino) con champaña o vino espumoso

Algunas combinaciones básicas de sabores:

Algunas combinaciones de sabores para maridajes básicos que no fallan son:

  • dulce y salado
  • amargo y grasoso
  • salado y agrio
  • grasoso y ácido
  • dulce y agrio

Elige el sabor principal

Elige el vino cuyo sabor principal sea el que necesitas. Por ejemplo: si tienes mac & cheese (que es salado y grasoso), elige un vino que tenga muy buena acidez. Este será un maridaje contrastante.

Identifica los sabores secundarios de tu platillo

Estos provienen de las hierbas, las especias o los ingredientes que se presentan en menor cantidad, como aceite de oliva, canela, pimienta, etc.

Elige tu vino

Ahora elige un vino que también contenga estos sabores secundarios. Por ejemplo, si tu platillo es muy herbal, elige un riesling, que también tiene matices de sabores herbales. 

¡Prueba tu maridaje!

La mejor prueba es consumir al mismo tiempo un bocado del platillo con un sorbo de vino. Si te sabe rico, ¡tu maridaje es ganador!

Cómo maridar: 

*Sólo recuerda que ¡las reglas existen para romperse! y que el mejor maridaje –así como el mejor vino– es que el más te gusta a ti, así que cuando te sientas con más confianza puedes experimentar y encontrar nuevos maridajes que te gusten. 

  • Los vinos tintos suelen ser más amargos (¡debido a los taninos!).
  • Los vinos blancos, rosados y espumosos suelen tener mayor acidez.
  • En maridaje, por lo general el vino debe ser mas ácido o más dulce que la comida.
  • Aunque también puede funcionar si el vino es igual de ácido o dulce que la comida.
  • La comida amarga suele no maridar bien con vinos amargos –que suelen ser los vinos rojos secos–.
  • Los vinos altos en taninos suelen maridar bien con comidas grasosas.
  • Los taninos suelen chocar con los aceites de los pescados; por eso algunos vinos tintos con muchos taninos no maridan bien con comida del mar.
  • Los vinos dulces ayudan a contrarrestar el picante de las comidas especiadas.
  • Por lo general, los vinos espumosos y rosados crean maridajes contrastantes. 
  • Por lo general, los vinos tintos crean maridajes armónicos.
  • ¡No olvides brindar cuando tengas la copa en tu mano! 

Ahora que ya sabes cómo maridar, al menos en la teoría, ¡es momento de poner este conocimiento en práctica!