En México nos encanta ponerle salsa verde a todo. Lo que no nos gusta, es cuando nuestra salsa queda con un sabor ácido y un poco incómodo al paladar. Por esta razón, te contaremos cómo quitar lo ácido a la salsa verde.
Con decir ‘salsa verde’ podemos desplegar un sinfín de preparaciones muy mexicanas que nos acompañan a través de nuestra historia personal. Desde esos clásicos chilaquiles que nos tomamos en el desayuno, la salsa que le ponemos a nuestros tacos, quesadillas y hasta en guisados.
Según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de México, este es un ingrediente sumamente esencial de la comida mexicana. El consumo de tomate verde se ha generalizado en la mayor parte del país por su uso en distintos platillos, y sobre todo, para la elaboración de salsas picantes que dan ese toque de sabor a los alimentos. Es imprescindible en enchiladas, tacos y tostadas, y se utiliza principalmente para disminuir el sabor intenso de todo tipo de chile.
En fin, la salsa de tomate verde es eso que nunca puede faltar en las cocinas mexicanas. Y te entiendo, hay veces en las que la salsa no nos queda tal y cómo la preparaba nuestra mamá, ya sea porque queda muy aguada o muy ácida. No te apures, esto es completamente normal. Seguro hasta a tu mamá también le pasaba pero nunca lo decía. Por esto, esta vez vamos a develar esa serie de secretos, para que una salsa ácida no vuelva a arruinar tu día.
¿Por qué la salsa verde pudo haber quedado ácida?
Existen muchos motivos por los que tu salsa verde pudo haber quedado muy ácida y es importante que lo conozcamos para saber cómo quitar lo ácido a la salsa verde. No es una razón para entrar en pánico, sin embargo, existen muchas razones por las que pudo haber pasado. Te dejamos una lista para que les pongas atención y trates de evitarlo:
- Uso excesivo de tomate verde: El tomate verde es conocido por ser ácido, por lo que si se utiliza en grandes cantidades puede desequilibrar el sabor de la salsa y hacerla más ácida de lo que queremos.
- Sobre cocción: Cocinar la salsa durante demasiado tiempo puede concentrar los sabores ácidos, especialmente si contiene ingredientes como limón, vinagre u otros cítricos.
- Ingredientes ácidos adicionales: Si se agregan ingredientes ácidos adicionales, como jugo de limón, vinagre o aderezos con alto contenido de ácido (en preparaciones como la del aguachile), sin ajustar las cantidades adecuadamente, la salsa puede volverse más ácida de lo esperado.
- Falta de equilibrio de sabores: Si no se equilibran adecuadamente los sabores de la salsa, como agregar muy poca cantidad de ingredientes dulces o salados para contrarrestar la acidez, puede resultar en una salsa demasiado ácida.
- Haber seleccionado ingredientes inmaduros: Al utilizar ingredientes inmaduros, como chiles verdes o tomates verdes que aún no han madurado por completo, es más probable que la salsa resulte más ácida debido a su contenido de ácido cítrico.
Cinco tips para quitar lo ácido a la salsa verde
1. Escoge con cuidado los tomates.
Deben estar maduros, ya que si siguen muy “verdes” (literalmente) tu salsa va a quedar súper ácida. Para saber si tu tomate ya está maduro, tienes que poner atención a la cáscara: debe de estar café claro y un poco seca y despegada. Si aún está húmeda, quiere decir que el tomate no está maduro.
2. Lava bien tus tomates
Antes de poner a cocinar los tomates verdes, asegúrate de que estén bien lavados para quitarles esa textura pegajosa que se encuentra sobre la piel y debajo de la cáscara. Esto es muy importante, porque de otra forma no lograremos que el sabor de la salsa sea completamente agradable.
3. Consejo: tatema los tomates en lugar de hervir
Siempre puedes tatemar los tomates antes de preparar la salsa, esto hará que el sabor ácido se minimice y lo remplazará por el sabor tatemado de la piel del tomate.
4. Una cucharadita de bicarbonato al rescate
Esta es una técnica secreta de técnicos en alimentos (y de mamás expertas): agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio a los tomates mientras los estés cociendo. Esta técnica balanceará el pH de la hortaliza y sin duda alguna va a evitar que tu salsa quede ácida. Esta técnica también sirve para la salsa de jitomate.
5. Agrega azúcar morena
En caso de que ya se te haya pasado la oportunidad de solucionarlo en alguno de estos pasos anteriores, puedes balancear el sabor agregando un poco de azúcar morena. No te preocupes, esto no alterará el sabor ni la textura. Sólo quitará el sabor ácido.
Ahora ya lo sabes: no tienes que entrar en pánico ni conformarte con una salsa que no te gusta en absoluto. Siempre recuerda estas 5 opciones infalibles para rescatar tu salsa de la temible acidez.
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