¡Viaja directo a Portugal con cada bocado! El pastel de nata, (más conocido como pastel de Belém), es la joya cremosa que eleva tus tardes de frío. Su hojaldre crujiente y su relleno suave son la sinfonía perfecta para disfrutar con tu café favorito.
Descubre el encanto de este tesoro portugués y déjate seducir por la indulgencia en cada rincón. En días grises, un sorbo de café y un pastel de Belém te transportarán a las cálidas calles de Lisboa. ¡Sumérgete en la magia de los sabores y despierta tus sentidos!
A ciencia cierta:
Los Pasteles de Belém, también conocidos como Pasteis de Nata, son una deliciosa creación de la cocina portuguesa. Estos dulces consisten en una base de hojaldre con crema pastelera horneada. Que aunque pareciera una receta sencilla, en realidad la calidad de los ingredientes y su textura ofrecen una experiencia exquisita para el paladar.
La historia de estos pasteles se remonta al siglo XIX y tiene un origen intrigante. Se cree que fueron creados por monjes católicos Jerónimos del Monasterio de Santa María de Belén, cerca de Lisboa. En 1834, tras el cierre del convento debido a la revolución liberal portuguesa, un monje desempleado ideó la receta y la vendió al empresario portugués Domingo Rafael Alves. Así comenzó su comercialización en Lisboa y, eventualmente, en todo Portugal.
En 1837, la casa Pastéis de Belém abrió sus puertas, convirtiéndose en el epicentro de estos deliciosos pasteles. Se dice que, en épocas de alta demanda, venden hasta 50.000 pastelitos. Aunque la receta es un secreto celosamente guardado, su popularidad ha trascendido tantas fronteras, que al día de hoy también es un postre muy popular ¡en China!
¡Disfruta de estos deliciosos Pasteles de Belém caseros con un café recién hecho! Mientras lo haces, te recomiendo checar nuestro canal de Youtube. Acá encontrarás más historias y recetas únicas.