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Los videos de "porno cuqui para foodies" de Fran Solo

Por Mayra Zepeda

Un terrón de azúcar mira al espectador con unos ojos enormes, brillantes y tiernos. Sonríe con la dulzura de un niño. Dan ganas de achucharlo. Pero no, es mejor dejarlo caer sin piedad en una taza de café con leche. Lo mismo les pasa a los donetes. ¿Cómo resistirse a esa mirada tierna y a esa sonrisa inocente? Un bocado sin piedad y el candor desaparece.

Así son los vídeos animados de Fran Solo, diseñador web, animador e ilustrador afincado en Valencia que disfruta por igual de sus tres facetas. Una invitación a pasear por el lado cuqui de la vida sin caer en el almíbar.

Él mismo se define como «Cute things motion artist» en su perfil «por eso de que todo queda mejor en inglés. Cliché al canto», ironiza divertido Solo. La verdad debe ir siempre por delante en lo que al arte se refiere.

«Realmente cualquier cosa es divertida en el momento que se humaniza», asegura Solo. «Al poner caritas a cualquier cosa de repente se vuelve cuqui. Yo lo descubrí el día que dibujé una caritas a unas mandarinas con el iPad. Desde entonces ha sido un no parar de #cutefoodporn».

Fran Solo se considera un «gran fan de las cosas pequeñas y estúpidas. Supongo que la culpa la tienen las series y películas de animación y el trabajo de otros grandísimos artistas como Markus Magnuson u Owen Davey. Una película que me chifla es Lluvia de albóndigas. La segunda parte me inspiró mucho, si la han visto lo entenderán».

Además de sus videos de comida, Solo es también creador de gifs donde muestra su lado más friki. Su gusto por lo cuqui le viene de su afición a las series de animación, Disney, Pixar «o movidas como el kawai japonés que han hecho mucho daño», comenta divertido. Pero también encontramos mucho de Star Wars en su trabajo (de hecho, su propio nombre ya nos da una pista de por dónde van sus gustos), así como de otras series o películas que todo buen friki sabrá reconocer. «Ciencia ficción como buen friki, de aventuras y sobre todo las series de animación como Rick y Morty, Bob Esponja o Vaca y Pollo me chiflan. Lo absurdo me encanta».

Un par de horas le bastan para crear una animación con un tomate, una mandarina o unas magdalenas como protagonistas. «Con la comida es fácil; me la como y si tengo tiempo, le pongo caritas».

Los videos de animación le suponen más esfuerzo. «Con la animación tradicional es lo típico: las dibujo, hago un pequeño story, las genero en vectorial y las animo». Lo cuenta de tal manera que parece sencillo. Sin embargo, realizar alguno de estos videos puede suponerle, a veces, hasta tres días de trabajo.

Entre sus sueños está hacer algo en un formato más largo, quizá una serie, pero su trabajo, dice, no le deja mucho tiempo para poder desarrollar ese proyecto. «De todas formas el formato pequeño es muy demandado hoy en día por su fácil viralización, ideal para redes sociales».

Y si tiene que escoger entre el video e el GIF, «me quedo con el GIF para mis animaciones tradicionales por mi estilo “flat”: pocos colores, formas básicas y cortas de duración», responde sin pensarlo dos veces. «Para los videos de comida no puedo usar GIF, tengo que usar video por narices. Rezo todos los días a Santa Tecla para que inventen un formato con lo mejor de cada uno».