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Guía para recorrer el mercado de San Juan

Por Animal Gourmet

El sur de la Alameda central, territorio todavía no conquistado por Carlos Slim, se conserva una vibra ruda y ajetreada entre cantinas, el mini barrio chino, las luminarias de la calle de Victoria, los talleres de reparación de electrodomésticos, los locales que venden losas y cerámicas, unos baños de vapor, pollerías al por mayor, una pulquería, tres mercados y un par de plazas e iglesias, uno podría pasar todo el día en este cuadro de la ciudad sin acabar de recorrerlo.

Entre las calles de Buen Tono y Luis Moya, sobre Ernesto Pugibet, se encuentra uno de esos mercados, construído en lo que fueran las bodegas de la tabacalera Buen Tono, el mercado de San Juan es la joya de la corona de esta zona del Centro Histórico de la ciudad de México.

Con poco más de 300 locales, este es el mercado gourmet de la ciudad y me invoca, desde hace unos años, cada domingo con el fin de comprar los ingredientes para cocinarle a mi familia escogida: los amigos.

Con poco más de 300 locales, este es el mercado gourmet de la ciudad y me invoca cada domingo

El mercado tiene la fama de contar entre sus productos con verduras, carnes y pescados exóticos, y es lo que uno va a comprar ahí. A continuación les comparto una pequeña guía con sesgos estéticos, prácticos y empáticos, sin embargo creo que puede ser útil para quien visita San Juan por primera vez o incluso para un asiduo como yo.

Hace 52 años, Victoria García Valdez y su esposo montaron un puesto de frutas, verduras y legumbres que hoy sigue siendo el más grande del mercado. Una de las hijas de doña Victoria me cuenta que traen parte de la mercancía de la Central de Abasto, mientras otra es surtida por invernaderos de Ensenada y Guanajuato. Este puesto hace una década surtía al famoso restaurante Les Moustaches y hoy lo hace con El Ciruelo en Tepoztlán, Morelos.

Además del recaudo clásico, en el puesto de Victoria García encontrarán: ruibarbo, espárrago marino, raíz de oro, salsifí, chirivía, apionabo, romanesco y frescos pimientos de padrón. Uno de sus secretos son los brotes de distintas raíces, las flores comestibles y su buen surtido de hierbas frescas.

El puesto “Baltasar” que cuenta con los mejores jamones del mercado y una selección de latería interesante

Para comprar charcutería omito la popularidad de “La Jersey” y prefiero el puesto “Baltasar” que cuenta con los mejores jamones del mercado y una selección de latería interesante. Para comprar quesos, “La Holandesa” no tiene igual. Fundada hace 50 años por Angélica Molina y Luis González cuenta con una variedad muy rica de quesos nacionales e importados. Entre los nacionales más cotizados se encuentran: el adobera de Zacatecas y el queso de Ocosingo, Chiapas.

El nieto de los fundadores me cuenta que lo más vendido es el queso manchego español semi curado y que la mantequilla, crema y leche lo surten en la Sierra Gorda, Querétaro. Aquí el mejor secreto: entre sus productos se encuentra el legendario “Queso Prohibido” traído desde la isla de Cerdeña, Italia, y cuya elaboración involucra larvas de mosca, una decadencia del gourmet.

Se encuentra el legendario “Queso Prohibido” (…) cuya elaboración involucra larvas de mosca

El pescado lo compro en “El Puerto de Santander”, la influencia española en el lugar es evidente incluso en las especies: chipirones, sardinas y percebes están entre su mercancía, pero también los graciosos papelillos, el estupendo robalo, un fresco medregal, pámpanos, pulpos, langostinos, calamares, ostiones, mejillones, almejas, jaibas y centollos configuran la fauna de este puesto multilingüe en sus letreros. Como consejo: si van un fin de semana pregunten si han preparado ceviche, resulta refrescante y de muy buen sazón.

Aunque menos concurrida, la pescaderíaAlicia” siempre me resulta una buena opción para comprar ciertos pescados como las truchas marinas  y bacalao fresco, se encuentra hacia el fondo del mercado.

En el local 191 se ubica el local oaxaqueño, pasaron de estar en una camioneta en la calle a las afueras del mercado a poder incorporarse a la vida interior de San Juan. La dueña prepara unos chapulines al mojo de ajo muy buenos, se pueden comprar tlayudas, quesillo, “blanditas”, frijoles negros oaxaqueños, hierba de conejo y sal de gusano.

Frente al café “Triana” se encuentra el puesto de chiles secos mejor surtido del mercado: pepitas, chipotles mecos, cascabel, morita, piquín, de árbol, guajillo, ancho, chipotle, chilcostle, catarina, mulato, pasilla y puya. También aquí podrán encontrar cardamomo, vainilla, pimienta blanca o nuez moscada entera. Pregunten por el orégano yucateco, un tesoro, por ejemplo, lo pueden usar en una ensalada de tomate con vinagreta, pero el secreto es preguntar por el mole hecho por la propia dueña, de un color rojizo, éste resulta delicioso para preparar enmoladas.

El secreto es preguntar por el mole hecho por la propia dueña, de un color rojizo, éste resulta delicioso

Para comprar carne, “La Casa de la Ternera Héctor” en el local 44 es una de las mejores opciones, así como su vecina “Teresita” donde he conseguido uno de los mejores chambaretes. En “El Gran Cazador” podrán encontrar carnes exóticas: desde la de jabalí hasta la grisácea de león pasando por el lagarto.

Otro local de carne exótica es “Los Coyotes” donde podrán comprar, además de carnero y liebre, gusanos de maguey, escamoles y chinicuiles; aquí también podrán comer tostadas de venado, o salpicón de búfalo. Si tienen alma aventurera vale la pena.

Venir al mercado es comer en el mercado, “La Jersey” probablemente sea el mejor lugar para hacerlo. Su selección de baguettes y focaccias rellenas con quesos y embutidos resultan muy buena opción, una pequeña copa de vino de acompañamiento y sirve para socializar en el mercado y descansar un rato.

Un pequeño café en el segundo local del mercado resultó ser una gran sorpresa, sin tanta gente como el “Triana”, el café “El Porvenir” es un oasis en los tumultuosos fines de semana, un buen cortado y pan dulce de primera pueden hacer la diferencia una mañana de resaca.

Un buen cortado y pan dulce de primera pueden hacer la diferencia una mañana de resaca

Salir del mercado de regreso al caos. Si todavía tienen hambre se encontrarán con amplia gama de  comida de gourmet callejero a las afueras del mercado, sobre la calle de Ayuntamiento los caldos de gallina “El Paisa” con su polvo de chiles tatemados y tortillas hechas a mano, vuelven a la vida a un zombie.

Sobre la calle de Aranda en “Mi taco yucateco” podrán comerse unos muy buenos panuchos y agua de horchata con precios de un dígito. En la esquina de Delicias y López la taquería “González” se ostenta como la mejor del rumbo y unos pasos más adelante, rumbo al sur, sobre la calle, un puesto de tacos de guisado de una simpleza y delicia abrumadoras: nopales con vinagreta, habas verdes con cebolla, frijoles negros aguados, ejotes con ajo y el lujo del gourmet callejero: quelites al vapor; imperdibles.

En suma, visitar el mercado de San Juan es una experiencia sensorial que no se puede ignorar. Si no le parece esta guía, tómela como una anti guía y visite todos los lugares que no mencioné, verá como no hay pierde.