Escribir este texto es una inspiración robada. La idea la tomé de un libro que hace muchos años compré en una librería en el barrio de Les Halles, en Paris, ubicada justo a un costado de la bicentenaria “E. Dehillerin”, mi local favorito de utensilios de cocina en todo el mundo.
Es una edición muy linda en cuya portada aparece una foto de un pescado quemado y es una recopilación de consejos e historias de cientos de cocineros y chefs sobre las cosas que no deben hacerse en la cocina.
Me pareció útil. La información que se obtiene de los sabios es, creo, incluso más valiosa cuando se sugiere qué no hacer; cuando lo que se comparte es la fórmula para que las cosas salgan mal, en amores, en bordados, en todo.
Y si en la vida nada está escrito, en la cocina definitivamente sí. Aunque no todo está probado y la creatividad da para continuar este ejercicio infinitamente, recojo de las grandes mujeres que me enseñaron a cocinar, de los libros, de los entusiastas y de los chefs, frases y casi instrucciones de los “no” en la cocina, de lo prohibido, lo inaceptable y lo que se “ve mal”.
Hay varias cosas que deberías evitar comprar en el supermercado pero una, en definitiva, es el café soluble. // Foto: Especial.
Y recordando a un conocido y joven chef mexicano, que hoy está exitosísimo, cuando me dijo: “Valentina, ¿por qué le tienes miedo al vinagre?”. En reciprocidado ahora les comparto algunas de lecciones que he escuchado, aprendido, leído y obedecido. Estas son apenas algunas de ellas: