No nos referimos al canibalismo, pero si a ciertas preparaciones que utilizan microbios humanos, saliva o pelo para crear algunos alimentos y bebidas, increíble, ¿no? Pues ahora te los presentamos para que sepas cuáles son y de dónde vienen.
El uso de saliva en el proceso de fermentación en Japón es muy antiguo. Al parecer, al introducirse la producción de arroz en agua, el productor se las arreglaba para tener a alguien, preferentemente mujer y virgen, que masticara el arroz y lo escupiera en los contenedores para contribuir al proceso de fermentación.
Este tipo de bebida derivada de la fermentación no destilada del maíz ha sido muy común en la zona Inca y en algunos otros países del sur de América. En quechua, chicha significa “licuado” y, tradicionalmente, se obtiene masticando el maíz pues la saliva contiene una enzima que al mezclarse con el maíz la transforma en azúcar para después fermentarse con la acción de las bacterias.
En 2011, una heladería inglesa de nombre The Icecreamists fabricó un helado de leche materna al que bautizó “Baby Gaga”. Posteriormente, el chef Daniel Angerer ofreció en su restaurante de Nueva York, Klee Brasserie, queso producido de la leche materna de su esposa.
La oferta culinaria causó polémica y el cocinero publicó la receta en su blog, misma que compartimos para los interesados: http://www.danielangerer.com/2010/02/mommys-milk.html
La dupla de artistas Christina Agapakis y Sissel Tolaas, crearon para la exposición Grow your own–Life after nature una instalación con la muestra de quesos producidos a partir de bacterias humanas. Escogieron a famosos y, por ejemplo, a partir de lágrimas de Olafur Eliasson, o de una bacteria del ombligo del famoso escritor Michael Pollan crearon quesos únicos.