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Chablis, la tierra predilecta para el Chardonnay

Por Animal Gourmet

El noreste francés ha sido históricamente cuna de muchos de los mejores vinos blancos del mundo; desde los mundialmente famosos espumosos de Champagne, los Riesling secos y los aromáticos Gewürztraminer de Alsacia, hasta los elegantes Chardonnay de la Côte d’Or de Borgoña. Por si estos no fueran suficientes, en la segunda mitad del siglo XX, los vinos de Chablis vivieron un resurgimiento muy importante hasta igualar, y en muchos afortunados casos superar, la fama y calidad de las regiones vecinas.

Chablis es un pequeño pueblo ubicado en el norte de Borgoña, y salvo por Champagne, es la región vinícola que  se encuentra más cerca de la capital francesa. Sus vinos, elaborados cien por ciento con uva Chardonnay, se ven beneficiados por condiciones geológicas y climáticas únicas, que les han permitido desarrollar un carácter y personalidad muy especial. Su calidad ha provocado que Chablis se haya convertido en el referente de la Chardonnay a nivel mundial, que pese a ser la uva blanca más plantada a nivel mundial, es a través de los vinos de Chablis, donde se considera que logra expresar mejor su esencia.

Historia

Al igual que con la mayoría de las regiones vinícolas de Europa, el origen de Chablis data de la expansión del Imperio Romano por todo el continente europeo.

[contextly_sidebar id=”fd40ac11fbba9586b62d7e0919c71dfe”]Con una producción muy discreta, el vino de Chablis, fue poco a poco ganando respeto en el territorio francés durante la edad media, aunque siempre opacado por otras regiones del sur. En el siglo XVI, Chablis enfrentó el primero de varios golpes sufridos a lo largo de su historia, cuando el movimiento protestante francés atacó y destruyó gran parte  del pueblo, y cobró además una suma importante por no destruir lo poco que dejaron en pie.

El resurgimiento de Chablis no se daría sino hasta dos siglos después, gracias a la construcción de un puerto marítimo en su vecina ciudad de Auxerre, lo que permitió incre- mentar considerablemente el comercio de sus vinos en París, llegando a ser consumidos incluso dentro de la corte del rey.

Después de un siglo de prosperidad, una nueva tragedia afectó a la vinicultura de Chablis, sólo que en esta ocasión no fueron los únicos; práctcamente todo el viñedo Europeo fue destruido por la expansión de la plaga de la Filoxera a lo largo de todo el continente. A diferencia de muchas otras regiones francesas, Chablis tardó casi un siglo en recuperarse; además del claro daño económico sufrido por la pérdida de producción durante varias años, un número considerable de la población joven de Chablis falleció durante la primera guerra mundial. El último golpe lo recibieron en 1940, durante la segunda guerra mundial, cuando bombarderos alemanes destruyeron  más de 200 casas en el centro del pueblo, sin embargo,  esta vez Chablis supo reponerse rápidamente.

En 1949 se organizó el primer festival de vinos de Chablis, y en menos de dos décadas ya se habían introducido todas las técnicas modernas de vinificación que empezaban a estar presentes en varias partes del mundo; además desarrollaron técnicas que les han permitido reducir el riesgo y el daño provocado por las heladas que suelen atacar la región durante la primavera.

Clasificación

Chablis está dividido en cuatro apelaciones de origen, de acuerdo a la calidad de sus vinos. En orden de importancia y calidad se encuentran primero los Chablis Grand Cru, vinos provenientes de siete viñedos localizados al pie de una pequeña colina, con orientación hacia el suroeste y en la orilla opuesta del Río Serein, respecto al pueblo de Chablis. Suelen ser vinos de muy buen cuerpo, con la marcada nota mineral muy elegante que caracteriza a la región, bien balanceada con fruta potente y con buen potencial de añejamiento.

Después están los Premier Cru, cuarenta viñedos que rodean a los siete Grand Cru, pero que gozan de una orientación ligeramente menos beneficiada respecto al sol; pese a ser vinos en su mayoría realmente espectaculares, esta pequeña diferencia les hace estar un escalón por debajo de los Grand Cru. Los Premier Cru más cercanos y con orientación similar a los Grand Cru, suelen presentar características muy similares a estos, pero conforme la posición y la orientación va cambiando, los vinos se mueven un poco hacia notas un poco más frutales y florales.

La más grande en cuanto a vides plantadas y a producción es la A.O.C. Chablis, conformada por los terrenos que comparte las mismas condiciones geológicas que los Grand y Premier Cru, pero con exposición al sol totalmente opuesta, lo que provoca una menor concentración de aromas y acidez, pero que de la mano de buenos enólogos y la innegable benevolencia del suelo de la región, permiten que hayan grandes vinos.

La clasificación de menor importancia es Petit Chablis, sus vinos se producen en regiones más elevadas cuyos suelos empiezan a perder el carácter mineral que se reflejan en los otros vinos de Chablis. Suelen ser vinos muy frescos, algunos con aromas florales y muestran de manera muchas más tímida su mineralidad.

Actualmente Chablis goza de una buena racha de cosechas extraordinarias consecutivas; junto con el resto de la Borgoña, y gracias a su cercanía con Paris, se ha convertido en uno de los destinos turísticos enológicos más importantes de Europa. El pueblo de Chablis, y otras poblaciones vecinas a las que se han extendido los viñedos, celebran diversos festivales a lo largo del año para agradecer a sus santos y bendecir las nuevas cosechas. Algunos de los más destacados son el festival de San Vicente -santo patrón de los vinicultores-, el Bautizo de la nueva cosecha de Chablis y el Festival de vinos de Chablis.

A nuestro país llegan diversas etiquetas de vinos de la región, de diferentes categorías y productores. No te pierdas nuestra selección de vinos de Chablis en esta misma edición para conocer algunos de nuestros favoritos.