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Vinos mexicanos que se añejan con música y palabras positivas | Ilustración: Barricas / Darien Cruz @darien_cl 

Vinos mexicanos que se añejan con música clásica y palabras positivas

Por Ameyalli Roskaritz

Seguramente te has preguntado si hablarle bonito al agua realmente funciona, ahora la discusión va más allá. ¿Alguna vez pensaste que sucedería si llevamos esta magia al mundo del vino? Así nacieron Tono 8 y Grapho, dos joyas enológicas de Ensenada que están conquistando paladares en la bodega Salto de Fe.

En Facebook circulan historias sobre copos de nieve que cambian su estructura al ritmo de música clásica o de palabras positivas. Le llaman “el lenguaje oculto del agua”. 

En 2001 el científico japonés Masaru Emoto publicó su libro “Los mensajes ocultos del agua”, en el que explicaba que este líquido vital tiene una capacidad de responder ante estímulos, así pues las palabras y la música tienen un impacto sobre su estructura (y sobre nuestro cuerpo, pero esa ya es otra charla aparte).

Este experimento ha despertado la curiosidad de muchas personas, entre ellas Fabiola De la Fuente, fundadora de la casa vitivinícola Salto de Fe que recuperó estos principios para crear un par de vinos que salen de lo común: Tono 8 y Grapho. 

Descubrieron, a partir de los 3 primeros meses en los que comenzó su proyecto, que los vinos que se estimulaban con estos experimentos desarrollaban más aromas, que adquirían una personalidad propia. Uno era más aromático en fruta y otro recordaba aromas más amaderados ¡aunque eran el mismo vino!

Entre palabras positivas y música clásica: así nacieron Grapho y Tono 8

La idea suena interesante, ¿verdad? Pues, para Grapho, decidieron escribir con tiza palabras positivas (equilibrio, balance, gracias, te amo, armonía) sobre las barricas en las que reposa el vino. 

Botellas de vino Tono 8 y Graphos, vinos Salto de Fé

Entre palabras positivas y música clásica: así nacieron Tono 8 y Graphos / Foto: Cortesía

Así, después de 10 meses de reposo, el vino adquiere una personalidad única: Grapho se convierte en un vino parlachín, extrovertido, que grita desde la copa hasta la nariz. Un vino escandaloso y alegre, vaya. Perfecto para una tarde familiar con niños gritando de fondo. 

Mientras tanto, Tono 8, el otro consentido –que también tiene su versión en rosé–, se sumerge en el mundo de la música clásica, jazz y blues. Ocho horas diarias de acordes elegantes acompañan su proceso de envejecimiento durante diez meses. Se le colocan audiifonos pegados a la barrica que funciona a su vez como un difusor de sonido. Tal y como se aconseja en el método baby mozart, con las mujeres embarazadas que se colocan los audifonos en el vientre. 

Después de este periodo, Tono 8 se impregna con notas a madera, cacao, a vainilla y caramelo, con notas tostadas que van aumentando como una melodía que va in crescendo

Lo más sorprendente es que, aunque ambos vinos pasan por el mismo proceso de creación (y, en realidad, son el mismo vino –una mezcla de nebbiolo, cabernet y barbera) terminan convirtiéndose en vinos totalmente distintos. No sólo a nivel sensorial, también a nivel químico. Como si fueran un par de hermanos gemelos, pero con personalidades opuestas.

Gaphos, impregnado de palabras alentadoras, tiene una esencia más parlanchina y vibrante. Por otro lado, Tono 8 acunado por las melodías clásicas, despierta notas más profundas y amaderadas. Se diría que más bien es un vino introvertido, a diferencia de su hermano. 

Botellas de vino Tono 8 y Graphos, vinos Salto de Fé

Gapho es un vino más afrutado, parlanchín. Mientras Tono 8  es más amaderado, un vino introvertido/ Foto: Cortesía

Una reflexión que va más allá de las barricas…

Los resultados de este intrigante experimento vinícola han provocado más que sorpresa; han desatado reflexiones profundas. Fabiola nos comparte sus pensamientos, ella misma destaca la importancia de las palabras y cómo nos hablamos a nosotros mismos. Porque al final del día, lo que se refleja en el vino también puede resonar en nuestro interior.

Nos recuerda que la alegría, aunque sea efímera y juguetona, es esencial. Las palabras que les susurramos a nuestras barricas, al igual que las que nos decimos a nosotros mismos, tienen un impacto más allá de lo que podemos ver.

La fundadora de Salto de Fe resalta la poderosa influencia de las palabras y la música en nuestras vibraciones internas. “La música es una puerta a otros estados”, comparte Fabiola. Es un recordatorio de que elegir nuestras palabras con cuidado y permitir que la música nos envuelva es una fórmula mágica para mejorar nuestra vibración.

No todo ha sido miel sobre hojuelas, Grapho y Tono 8 se han enfrentado a buena cantidad de detractores

Viñedos en Ensenada bodegas Salto de Fe

Foto: Fabiola De la Fuente / Vinos Salto de Fe

Aunque este proyecto suena fascinante y nos deja pensando en muchas posibilidades más allá de la lógica; no ha escapado de las cejas levantadas y las dudas. La gente, al probar estos vinos, no tardaba en cuestionar, e incluso algunos consideraban que era una especie de farsa.

“La gente decía que era una farsa, que era brujería. Que más bien era una cuestión de pensamiento mágico. Yo creo que estas críticas vienen de un lugar en el que seguimos anquilosados con un pensamiento muy catesiano, muy newtoniano” enmarca Fabiola. 

Ante este escenario de incredulidad, el equipo de Salto de Fe no se quedó de brazos cruzados. Recibieron un respaldo fundamental del Dr. Fausto Rodriguez Acuña, químico de renombre y amante del vino,  para sustentar su trabajo.

Decidieron abordar cada vino que producían con un enfoque científico riguroso. Guardaban una barrica de control y, al hacer cada nuevo vino, realizaban estudios detallados, cuyos resultados podemos revisar de forma gratuita en la página web de Salto de Fe. En estos estudios, se puede observar que, de hecho, estos experimentos no sólo desarrollan 25% más taninos y polifenoles, sino que también muestran que cada vino sometido a métodos distintos se desplaza en direcciones electromagnéticas opuestas. 

Más allá de su curioso proceso, son vinos de calidad

Vinos tono 8 y graphos

Foto: Salto de Fe

Al final del día, para Salto de Fe, la música y las palabras a las que someten sus vinos no son solo experimentos científicos, sino más bien un atuendo especial, un apapacho meticuloso que se les concede a cada botella, que ya contiene vinos de calidad. 

En sus propias palabras, Fabiola destaca la esencia fundamental de la calidad del vino: 

“Aunque vayamos a bailar a Chalma, si un vino no está bien hecho, no jala”.

Son vinos muy naturales a los que se les agrega una cantidad mínima de sulfitos (lo básico para que se mantengan). No se les agregan chips de madera ni aromas. Son vinos “a los que se les deja ser”

Así, mientras la música y las palabras pueden añadir capas de complejidad y carácter, la excelencia en la elaboración del vino sigue siendo la piedra angular de cada creación en Salto de Fe.

¿Dónde puedes encontrar los vinos Salto de Fe? 

Dónde comprar vinos salto de Fe Tono 8 y Grapho

Entre palabras positivas y música clásica: así nacieron Tono 8 y Graphos

Si te preguntas dónde puedes deleitar tu paladar con los excepcionales vinos de Salto de Fe, aquí tienes algunas opciones. Estos vinos, más allá de ser una producción masiva, se consideran casi como un ‘vino de culto’, una joya para los amantes de experiencias vinícolas únicas. Por lo que no son tan fáciles de conseguir.

Actualmente, no los encontrarás en el supermercado o en una bodega convencional. Sin embargo, puedes adquirirlos de manera fácil y personalizada a través de la página web de Vinos Salto de Fe o contactando directamente a Fabiola de la Fuente. Ella te guiará en el proceso de selección de manera única y especial.

También puedes encontrarlos en:

Anímate a lanzarte por una botella y probar este proyecto. Son vinos que, aunque suenen complejos, en realidad son vinos muy fáciles de beber. Se pueden maridar con muchas cosas, ya que no son vinos demasiado “sofisticados”, se pueden tomar cualquier día de la semana, no sólo en ocasiones especiales. 

“La vida no sólo se va en grandes celebraciones; yo uso la vajilla buena diario”. Concluye Fabiola. 

En definitiva, el vino es para disfrutar y explorar, y la diversidad de opciones es parte de su encanto. Así que, ¡brindemos por el maravilloso mundo del vino!