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King crab, un delicioso monstruo marino

Por Animal Gourmet

El king crab, como su nombre lo indica en inglés, es el rey de los cangrejos. Este enorme crustáceo es delicioso y muy codiciado, eso sin tomar en cuenta su precio que suele ser bastante elevado pues su pesca es casi una trampa mortal.

Su pesca está catalogada como el trabajo más peligroso del mundo pues la tasa de mortandad de los pescadores de este gigantesco animal de aguas frías es 80 veces mayor a la de otro marinero. Cada temporada de pesca se prevé qun trabajador muera a la semana ¿Vale la pena el precio?

Las condiciones de pesca son realmente extremas. Se trabajan turnos de 16 horas, las embarcaciones están en el mar a una temperatura ambiental de -20 grados Celsius, rodeados por olas de 12 metros de altura y vientos de hasta 160 km/h; todo mientras se intenta sacar el cangrejo del fondo del mar introduciendo jaulas con carnadas que pesan hasta 360 kilos.

El king crab, conocido en español como cangrejo real de Alaska, pesa en promedio unos 4.5 kilos pero se han capturado especímenes de casi 11 kilos que llegan a medir 1.5 metros de largo de tenaza a tenaza.

La pesca de este animal está basada en la experiencia del marinero, ya que los radares no detectan al cangrejo, así que los conocimientos del pescador son de suma importancia para tener una buena pesca. Normalmente es en las mañanas que los gigantes crustáceos se les encuentran en las zonas bajas y ya en las noches se mueven a las zonas más profundas en busca de alimento.

Conocidos como centollos, en español, la pesca del King Crab es uno de los trabajos más peligrosos del mundo en el que cada semana muere un empleado. // Foto: Especial.

Conocidos como centollos, en español, la pesca del King Crab es uno de los trabajos más peligrosos del mundo en el que cada semana muere un empleado. // Foto: Especial.

Ya que la población de cangrejos se encuentra en descenso sólo se pueden capturar a los machos adultos, así que deben pasar por un proceso de selección manual dejando en libertad a las hembras y los ejemplares jóvenes.

A estos decápodos se les mantiene vivos una vez capturados, labor sumamente complicada ya que si no se les mantiene en las condiciones idóneas mueren muy rápido, además, uno de los riesgos económicos de este tipo de pesca es que con la muerte de un cangrejo dentro de los contenedores todos los demás corren peligro pues emanan toxinas que puede afectar la pesca completa. Ya se capturaron y se mantuvieron vivos y aún no se puede cantar victoria, el viaje de regreso a tierra firme es aún más peligroso, ya que las embarcaciones son mucho más pesadas y las olas no son más pequeñas ni el mar menos bravo. Eso sin pensar en las tormentas.

¿Algo más? Sí. Los pescadores pueden llegar a padecer de hipotermia, recibir cortadas por la manipulación de las cuerdas y cadenas necesarias para el oficio, mareos que pueden terminar en deshidrataciones peligrosas, todo en un océano sin hospital al que acudir; es decir, una profesión para temerarios.

¿Por qué alguien elegiría ésta profesión? La respuesta tal vez sea que por cada cangrejo los pescadores ganan entre 40 y 80 dólares. Lo cierto es que se agradece el riesgo porque al vapor, con mantequilla clarificada, un buen pan y una cerveza cerveza, es un manjar de dioses.