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7 tips para los que comen fuera de casa

Por Animal Gourmet

Muchas veces el trabajo o la escuela nos obliga a comer rapidísimo y fuera de casa, la variedad de opciones  que podemos encortar es enorme, los tacos de la esquina, las quesadillas de la siguiente cuadra, las hamburguesas o de plano pedir pizza, la comida rápida es la falsa solución a todas las prisas.

Comer fuera de casa resulta una gran tentación que nos orilla a ingerir alimentos deliciosos pero poco nutritivos con los que ganamos peso, y esto, más que ser una cuestión estética, se trata de salud.

Si tu eres de los que pasa mucho tiempo en el trabajo o en la escuela y tienes que comer en la calle, cuidado, puede ser que lo que estás comiendo no te nutra como necesitas y esto genere que te sientas cansado y sin ganas de trabajar. Para que no caigas en este terrible error te damos estos tips que seguro te serán de mucha ayuda.

Desayuna algo saludable

Desayunar antes de salir de casa puede resultar complicado por las prisas mañaneras, pero debes intentarlo. El desayuno es la comida más importante del día, si tu primer comida es a medio día en la oficina, expones a tu organismo a largos periodos de ayuno, lo cual no sólo lo desequilibra y genera enfermedades gastrointestinales, sino que te hace sentir somnoliento y aletargado. Ingerir la poderosa vitamina T (tacos, tortas, tamales) no es para nada nutritivo, mejor opta por licuados, cereales, fruta o yogurt, eso sí aporta nutrientes.

¿Qué tal una colación?

Es evidente que si desayunas temprano, te dará hambre más pronto, pero comer donitas, papas o chocolates no es la solución para mitigar el hambre desesperada de media mañana, en cambio, trata de consumir productos naturales, como una pieza de fruta, barras de cereal, frutos secos o un yogurt griego que es ligero y contiene el doble de proteínas.

Pon atención a dónde comes

Si vas a comer en la calle debes centrar tu atención en la higiene y la calidad con la que se preparan los alimentos, evita enfermedades y tragos amargos comiendo sólo en los lugares que te inspiran confianza. Trata de ir a restaurantes o fondas donde la comida sea variada para que puedas balancearla y sea mucho más saludable.

Lleva tu propia comida

Llevar un refractario con comida casera es quizá la más saludable de las opciones, ya que puedes controlar los ingredientes y la forma en la que son preparados, además de que ahorrarás un poco de dinero. Si no cuentas con un lugar donde puedas calentar tu comida, prepara alimentos que se puedan consumir fríos, como ensaladas, sopa de coditos o sándwiches.

Organiza horarios 

La disciplina es la clave del éxito, organiza tus comidas, esto no sólo ayudará a que tu día sea más productivo, sino que acelerará tu metabolismo y evitará que subas de peso. Es recomendable hacer cinco comidas al día, lo cual no significa que tengas que darte un atracón en cada oportunidad, significa que debes comer sólo las porciones adecuadas de acuerdo con tu peso, edad y actividad física. Trata de comer siempre a la misma hora y dedicarle el tiempo necesario para generar buenos hábitos.

La importancia del agua

Muchas veces confundimos el hambre con sed, mantenerse hidratado es fundamental para que nuestro organismo trabaje correctamente y ayuda a no picar entre comidas. Prefiere bebidas bajas en calorías como café o te, y evita los refrescos ya que contienen mucha azúcar.

Consiéntete de vez en cuando

Es muy cierto que una sola comida saludable no te hará bajar de peso, así como una comida no saludable no te hará subir. De vez en cuando date gusto y come la gordita de chicharrón que tanto se te antojó, pero trata de equilibrarla consumiendo alimentos ligeros el resto del día. Comer saludable no implica que te prives por completo de lo que te hace feliz,