drag_handle

Camarada, la cerveza que nació del amor

Por Animal Gourmet

Desde hace tiempo, la elaboración y venta de cervezas artesanales está en boga en nuestro país. El gusto por la cerveza está muy arraigado y dos de las empresas mundiales más reconocidas tienen cervezas mexicanas.

El nuestro es un pueblo cervecero el cuál ha combinado la bebida con la mayoría de los platillos tradicionales y picantes con sorbos de sabrosa cerveza.

¿Cuáles son las características que tiene una cerveza artesanal? ¿En que se distinguen de las comerciales?

Las respuestas pueden ser muchas y muy variadas, sin embargo podríamos mencionar que los cerveceros artesanales se guían por la ley la Reinheitsgebot —Ley de la Pureza, en alemán— decretada en 1516 por Guillermo IV de Baviera. Es decir, desde hace 500 años la cerveza solamente se debía elaborar a partir de tres ingredientes: agua, cebada malteada y lúpulo.

Al igual que con el vino, las notas de cata de las cervezas incluyen una amplia gama de aromas y sabores. Si bien hoy en día hay cerveceros que agregan algunas frutas a sus creaciones, lo natural es que incluyan exclusivamente los ingredientes ya mencionados, además de la levadura —que por cierto, es un producto que esperó 400 años después de la Reinheitsgebot para ser descubierto y aislado por Pasteur, y considerado dentro de los ingredientes permitidos en la cerveza—.

El proceso de elaboración es realmente sencillo: el tostado de la malta, la molienda y el fermentado, añadir el lúpulo para lograr los aromas y los sabores y finalmente lograr el gas carbónico que genera la deliciosa espuma. Las cualidades varían según la receta del maestro cervecero. Por ejemplo, está la «Porter» con un fino aroma del malteado y el amargor del lúpulo, que incluye aromas a chocolate y café, y es muy refrescante.

La «India Pale Ale (IPA)», muy inglesa y diseñada para soportar los largos viajes entre la India y la Gran Bretaña, es una de las mejores para la comida mexicana del mar pues tiene fuertes aromas florales y frutales y su color rojizo la hace muy alegre.

Si de cervezas obscuras hablamos, la «Brown Ale» es un tipo de cerveza de colores ámbar profundo hasta el marrón y, desde luego, tiene sabores de caramelo y de chocolate, similares al de los grandes vinos tintos.

Pero si me preguntan que es lo que hace especial a una cerveza artesanal, es su maestro cervecero y la historia alrededor de su producto.

Hace poco conocí a Arcadio García, camarada de mi amiga Tania Vives, quienes juntos emprendieron la aventura de hacer cerveza artesanal con la filosofía de compartir un producto sano y delicioso con amigos y familiares, y de comercializarlo en pequeña escala.

Cerveza Camarada // Diseño: Juan Pablo Betancourt.

Cerveza Camarada // Diseño: Juan Pablo Betancourt.

Arcadio tuvo que seducir a Tania pues, en la época comenzaron a salir, a ella no le gustaba la cerveza. Él me cuenta que, para facilitar la conquista y probar sus habilidades, se esforzó en llevarla poco a poco al mundo de los placenteros sabores del lúpulo y la malta, probando juntos las cervezas artesanales las cuales cambiaron por completo la experiencia de ella, quien sólo conocía los sabores de las cerveceras comerciales.

Entre romance, pasión y cerveza decidieron fabricar un lote de la bebida que resultó estupendo… Y la nombraron Camarada, pues es la palabra que usan para llamarse cuando buscan la complicidad del otro. Esto ha llegado a ser una parte importante de sus vidas y de su hija, pues desde las primeras veces que elaboraron cerveza, la pequeña puso a sus muñecos de peluche a cuidar por turnos “la olla de la cerveza”.

Así, han logrado una forma estupenda de convivir y divertirse con amigos y familiares, con el propósito de ofrecernos un producto delicioso, y darle a su hija de cuatro años la experiencia de elaborar un producto de forma artesanal que le ayude a entender los esfuerzos que implican para los pequeños productores la fabricación de productos alimenticios sin aditivos y con ingredientes totalmente naturales.