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La locura por el vino rosado y dos recomendaciones para el verano

Por Animal Gourmet

El vino rosado se ha vuelto increíblemente famoso en estos últimos años. En Estados Unidos su consumo aumenta en época de calor y en Francia ya superó los niveles de popularidad del vino blanco. Al parecer, el rosado es perfecto para una reunión con tus amigos en el jardín de un día caluroso de verano.

A diferencia de las uvas blancas que se transforman en vino blanco y las tintas en vino tinto, las uvas rosadas no existen en la naturaleza (aquí cabe aclarar que también se puede hacer vino blanco con uvas tintas, desde luego). Entonces, ¿cómo se elabora el vino rosa? La respuesta es: con el contacto de las pieles de las uvas tintas. 

Cuando las uvas se hacen jugo -sean blancas o tinas-, este es transparente. Los vinos no reciben su color del jugo, sino del contacto del líquido con las pieles de la uva. A este proceso se conoce como maceración.

Así, el vino rosado se elabora con el jugo de uvas tintas que posteriormente se empapa con las pieles de las mismas por un periodo muy corto, por lo general de dos a tres días. Tan pronto como el jugo comienza a adquirir un color rosado, se retiran las pieles.

Como sabemos, el color del vino puede revelar muchos secretos de este. Mientras más fuerte es el color, más amargo. Por lo tanto, dependiendo de qué tono de rosa sea, podemos distinguir qué tan amargo sabrá.

Sin embargo, no solo es el sabor lo que hace al vino rosado tan famoso, también las estrategias de mercadeo que se han desplegado alrededor de esta bebida.

Gracias al marketing, ahora cuando hablamos de vino rosado nos imaginamos el verano, cruceros, elegancia y cosas caras. El cliché que se ha creado alrededor de esta bebida hace que muchos lo consideren más “un estilo de vida” en lugar de un vino de calidad.

Uno de los lugares más reconocidos por hacer este tipo de vino es la región de la Provenza, en Francia. En esta zona se elaboran más vinos rosados que cualquier otro y los viñateros se han vuelto increíblemente buenos en ello. 

Debido al tamaño de la región, existen vinos de calidad de todos los precios, así que si buscas un buen rosado en una tienda o un restaurante, una apuesta segura será escoger una botella que provenga de la Provenza. 

¿Quieres un rosado bueno y barato? Escoge el mexicano LA Cetto Zinfandel (que encuentras en supermercados) o el Bruma 8 Rosé de Vinícola Bruma, con una acidez y una elegancia fabulosa, ¡y también es mexicano! Aunque no lo encuentras en la ciudad de México, hacen envíos a todo el país.