Si es cremoso, con aromas a canela, naranja y la receta tiene unos dejos de recuerdo a la niñez o a las fondas de comida corrida, definitivamente estamos hablando de arroz con leche.
Este postre es una de esas joyitas que salvan un antojo dulce y que nos llevan de la mano a aquellas mesas donde madres, abuelas y tías transmitían su cariño a través de los hervores de sus cazuelas.
Aunque es una preparación muy arraigada a España que llegó a América con los colonizadores, la historia del arroz con leche y su receta tienen un trasfondo cultural más profundo: la ruta de la seda y las especias en la Edad Media.
Resulta que el arroz -producto asiático que llegaba con los comerciantes a la región del Mediterráneo desde el lejano oriente- era un cereal que poco a poco fue permeando en las cocinas occidentales. Tanto así que la paella, el risotto y los arancins son ahora estandartes de la gastronomía europea.
Para la hora del postre no podía quedarse fuera. Y fue por casualidad -aunque no se niega de todo la relación- que los ibéricos hidrataran y prepararan al arroz en un fondo dulce que iría aromatizado con cáscaras de naranja y un poco de canela, de una forma muy similar al sticky rice tailandés.
La vainilla de la Nueva España fue el ingrediente que faltaba para completar la receta perfecta. Las cocinas barrocas y conventuales también agregaron pasas y otras especias con la intención de hacer un plato reconfortante que hoy nos sabe a cocina tradicional y casera.
Hay muchas ventajas de preparar arroz con leche. La primera es que el miedo a que se bata desaparece; aquí lo que hay que cuidar es que no se pegue ni quede muy seco.
La segunda es que es barato de preparar; rinde muchas porciones y es probable que tengas todos los ingredientes en casa.
Por último, los aromas a naranjita y especias verdaderamente llenan el corazón. No hay forma de decirle que no a un poquito de arroz con leche a la hora de terminar una comida.
Para hacer una receta más que cumplidora que se salga un poco de aquella cotidianidad del arroz con leche, puedes recurrir a ingredientes como las leches vegetales, el chocolate y la fruta fresca. Mira estas ideas:
Para salir victorioso sobre los hervores de esta receta te recomendamos utilizar granos de arroz que sean más cortos y redondos, también utilizar el doble de proporción en volumen de leche de coco.
No hace falta que agregues tanta azúcar, más bien el toque dulce lo da el mango así que con un par de cucharadas basta.
Esta variación tiene un truco: para una taza de arroz crudo primero hay que disolver la misma proporción de leche con media de crema y otra mitad de chocolate para hacer una especie de salsa.
Después de eso, agrega el arroz y deja cocinar pero no permitas que se evapore todo el líquido.
Para terminar agrega las fresas fileteadas pero asegúrate de que esté frío antes de hacerlo.
Arequipe en Perú, cajeta cuando se hace con leche de cabra en México; dulce de leche para los patagónicos. El nombre es lo de menos cuando hablamos de esta delicia y no es ninguna mala idea agregarla a la receta de tu madre de arroz con leche.
La combinación ganadora es una taza de arroz crudo por una y media de leche y media del manjar color marrón que tanto nos encanta.
No dejes de mover para evitar que se pegue y no dejes que se seque completamente.