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La dieta bíblica: comer como en el antiguo Israel

Por Érika Choperena

La dieta bíblica es una de las más antiguas en el mundo, también es conocida como régimen Aleluya y se basa en incluir solamente los alimentos de datan de la época de Jesucristo. ¿Crees que es difícil?

No, no es un ejercicio de fanatismo, esta forma de comer va más allá de la religión; se trata de enriquecer la cultura y también de que la gente conozca los ingredientes a los que hace referencia el libro más popular de todos los tiempos: la Biblia.

Tova Dickstein y la reproducción de los pasajes bíblicos

Para explicar esta tendencia no podemos dejar fuera a la arqueóloga Tova Dickstein quien pasó décadas recreando en un espacio entre Jerusalén y Tel Aviv -un lugar conocido como jardín bíblico- la agricultura que se cita en la Biblia.

Este paraíso terrenal se llama Neot Kedumim y en él se pueden encontrar cedros, olivos y vid. También reprodujo los antiguos jardines con flores comestibles y salvia silvestre.

El experimento comenzó en la década de los 90 con la idea de ser una especie de laboratorio con la peculiaridad de estar al aire libre, de este modo la naturaleza juega un papel importante.

dieta bíblica

Neot Kedumim.

El avance con este tema son los ingredientes que se han utilizado de nuevo para la cocina israelí, que por cierto tiene algunas contrariedades. Una de ellas es el hecho de que algunas personas aseguran que las tradiciones que hoy presentan al mundo no son precisamente de ellos, sino tomadas de otras culturas y se trata más bien de un mestizaje.

Dicha situación no es del todo mala; de hecho, la dieta israelí moderna que hoy tiene como principales estandartes tres alimentos que son el hummus, el falafel y los vegetales, se beneficia de este experimento de Dickstein.

Eso sí, la cocina antigua era mucho más rica que la de hoy en día.

En los tiempos de la Biblia los alimentos más preciados y abundantes eran los vinos, la miel, las granadas y uno muy importante: el aceite de oliva. Este último se utilizaba para cocinar legumbres, lentejas, cebada y carne.

En la dieta bíblica la comida une

No por basarse solo en un libro sagrado este régimen es excluyente sino todo lo contrario, están implicadas todas las religiones que conviven en el país. Con esto, Dickstein considera que esto aporta a la riqueza culinaria y la dieta bíblica contribuye a amalgamar los ingredientes. 

Todos los platillos tradicionales que hoy se conocen en esta región tienen orígenes discutidos, desde el garbanzo y sus distintas preparaciones hasta las hojas de parra, ninguno se salva. Al final del día todos construyen un paisaje gastronómico que une a pesar de las diferencias.

La antropóloga trata de cocinar con los granos que se dan en la zona y con esto apegarse a lo que ella cree que son las recetas originales; esto también sirve como una forma de reconciliar temas políticos que afectan a toda esta nación.

Dickstein organiza paseos por Neot Kedumim para explicar a los turistas el origen de los ingredientes utilizados en la dieta bíblica. Además platica acerca de los ciclos de cosecha, imparte talleres de cocina y enseña a utilizar los instrumentos de esa época para recrear toda la experiencia