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Diferencias entre parrillas de inducción y de gas, ¿cuál eliges?

Por Animal Gourmet

Con el descubrimiento del fuego, la forma en que los primeros humanos comían se modificó de manera abismal. Cocinar los alimentos por medio de calor es todo un arte y con el avance de la modernidad nuevas formas se han ideado; así, ahora puedes elegir entre una estufa de gas o las parrillas de inducción.

Si aún no estabas enterado de estas maneras de cocinar aquí te explicamos de qué trata cada parrilla.

Parrilla de gas

Las estufas también son conocidas en otros países como cocinas y aunque no lo creas son un invento contemporáneo. Basta recordar los fogones en donde algunas cocineras tradicionales aún siguen preparando los alimentos y que funcionan a base de leña o de carbón y transmiten calor a un comal de barro o metal.

Algunas estufas son un mueble completo que incluye los fogones y el horno, otras son solamente una especie de placa que se apoya sobre una superficie.

parrillas de gas y de inducción

Las parrillas de gas tienen una gran ventaja que en la cocina mexicana han aprovechado al máximo y es que se puede tatemar, es decir, poner alimentos directamente al fuego con la intención de lograr sabores ahumados.

Algunas desventajas que tienen son justamente la sustancia inflamable que utilizan y que requieren una atención especial cuando hablamos de seguridad. Por ejemplo, siempre es importante revisar que las perillas de encendido estén completamente cerradas, también estar atentos ante fugas.

Parrillas de inducción

Por otro lado se encuentran las parrillas de inducción que han ido evolucionando al paso del tiempo. El prototipo o idea primaria surgió a partir de los calefactores eléctricos y utilizaban luz para calentar resistencias.

A partir de esto, los sartenes, ollas o cacerolas usados para cocinar le transmitían dicho calor a los alimentos. Actualmente, este modelo sigue vigente y además ya se pueden encontrar parrillas de inducción magnética.

En estas la seguridad es alta ya que están cubiertas de una placa de vitrocerámica que no se calienta directamente. La magia sucede cuando se coloca un recipiente de metal o acero que se calienta directamente a través del vidrio.

Para que esto sea posible se crea un campo magnético entre el recipiente y el inductor que se encuentra debajo y es generalmente una bobina de cobre. De esta manera hay una menor pérdida de energía y la superficie no alcanza temperaturas excesivamente altas; así se corre un menor riesgo de quemaduras.

parrillas de gas y de inducción

Dependiendo de la marca hay algunas en las que el aprovechamiento será tan alto que se utiliza hasta el 86% de energía mientras que en las de gas apenas alcanza el 65%. Por ejemplo, hervir 6 litros de agua puede tener una diferencia de 18 a 8 minutos en parrillas de gas y de inducción respectivamente.

Al ser eléctricas esto significa que se prenden con un botón, así que para tener mayor seguridad con los pequeños de la casa tienen funciones de bloqueo.

Por último está la limpieza. Un gran problema surge cuando después de cocinar llega la hora que menos disfrutamos; mientras que con las estufas de fogones puede llegar a ser un verdadero martirio, con las de inducción esta tarea se vuelve más sencilla al tener superficies lisas y antiadherentes.

Esta misma cualidad las dota de un beneficio más que es la estética. Si lo que buscas es una cocina moderna definitivamente esta es la opción; aunque no olvides que no podrás tatemar esos chiles poblanos que tanto te gustan.