Es bien sabido que el ajo es el ingrediente favorito para los remedios caseros y tratamientos de medicina natural pero ¿habías escuchado hablar del ajo deodorizado?
Se trata de un suplemento alimenticio en forma de cápsulas que comprime en una sola pastillita todos los beneficios de este bulbo. ¿Lo mejor? No, no repetirás el resto de la tarde.
A pesar de que nos encanta ponerlo en nuestra comida porque da una sazón espectacular, el ajo deodorizado no sirve particularmente para cocinar. Mediante un tratamiento químico, lo pulverizan y desnaturalizan de modo que queda sin sabor ni aroma.
Para qué sirve el ajo deodorizado
El ajo en sí mismo es un estuche de monerías. Le atribuyen propiedades antibióticas y desinflamatorias, además de ser un buen remedio ante los malestares pulmonares. Sus superpoderes yacen en una sustancia llamada alicina que, por cierto, también da el olor característico.
Al desnaturalizar esta alicina, lo que sucede en el laboratorio es que pierde las propiedades organolépticas -es decir, aroma y sabor- pero mantiene sus beneficios al cuerpo. Con eso se producen unas pastillas que pueden consumirse según la recomendación de cada caso.
Según la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón, consumir este suplemento puede traer beneficios antifatiga después de hacer ejercicio. Esto quiere decir que tu recuperación después de tener intervalos de intensidad tu cuerpo reacciona mucho mejor.
Otra propiedad es la antitrombótica; esto quiere decir que consumirlo evita la formación de coágulos sanguíneos. Además de esto, sirve para atacar infecciones causadas por microorganismos patógenos.
Muchas personas lo utilizan también como un agente que facilita la digestión. Según The Scientific World Journal, una de sus mayores gracias es que, gracias a que es antimicrobiano ayuda a mantener intacta la flora intestinal; de la misma manera, estimula el trabajo de los intestinos.
¿Cuándo y cómo tomarlo?
Generalmente se recomienda para pacientes que practican la medicina natural y tiende a ser común para personas con problemas digestivos o mucha actividad física.
A pesar de que no causa ningún daño consumirlo, es importante consultar primero con un especialista para que establezca las dosis adecuadas; de otro modo, no resultará eficiente.
