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Receta: frescas y nutritivas habas verdes en escabeche

Por Azucena Pacheco

Empezó la primavera y con ella nuestra necesidad de comer platillos frescos. Estas habas verdes en escabeche son ideales para acompañar cualquier carne, pescado o pollo asados o, incluso si eres vegetariano o vegano, consumirlas como plato único.

Las habas verdes están en plena temporada en primavera y, además de que su sabor y consistencia son completamente diferentes a los de las habas secas que solemos utilizar para el caldo de habas, sus diferencias nutricionales son importantes.

Habas verdes en escabeche

Ingredientes

  • Medio kilo de habas verdes frescas
  • 2 ajos
  • 6 pimientas negras
  • 2 hojas laurel
  • Un chorrito de aceite de oliva
  • Vinagre de manzana
  • Sal al gusto.

Preparación

habas verdes en escabeche

  1. Cortar las puntas de las habas y quitar la hebra si la tuvieran.
  2. Cocer en agua con sal durante unos 15 minutos o hasta que estén blandas. Puedes dejar la cáscara o retirarla, según tus preferencias.
  3. Escurrir y dejar enfriar.
  4. Tostar un poco las hojas de laurel en un sartén sin aceite, hasta que se doren
  5. Freír las habas en aceite de oliva.
  6. Moler los ajos y el laurel con un poco de sal. Machacar bien en el molcajete o mortero.
  7. Mezclar el agua, el vinagre y el machado de ajos en un bol. Agregar sal al gusto de ser necesario.
  8. Incorporar las habas a esta mezcla.
  9. Dejar reposar cuatro o cinco horas en el refrigerador antes de consumirlas, para que se impregnen muy bien.
  10. Servir acompañadas de un poquito de caldo del escabeche.

Las habas frescas se conservan durante tres o cuatro días en el refrigerador o en un lugar fresco y seco. Soportan muy bien el congelado hasta tres meses pero antes tienes al menos que escaldarlas.

Además, una bomba nutriticional

habas verdes en escabeche

Las habas verdes en escabeche tienen un alto contenido en proteína vegetal, potasio, calcio, magnesio, fósforo y hierro, en comparación con otras leguminosas. Por eso si eres vegano, las puedes comer como plato principal.

El valor de estos elementos nutritivos también se encuentra en las habas secas, pero las frescas son además buena fuente de fibra y de vitaminas del grupo B, como folatos y niacina, ideales para mantener la estructura ósea en buen estado.

Además, las habas frescas se comportan como verduras en el aspecto nutritivo, mientras que en el aspecto energético apenas proporcionan 54 calorías por cada 100 gramos, cuatro veces menos energía que la misma cantidad de granos secos.

Estos 100 gramos proporcionan además unos 10 gramos de fibra, casi la mitad de la cantidad diaria recomendada, que se estima en 25 gramos.

Además, las habas frescas se digieren mejor y tienen hidratos de carbono de fácil asimilación, ya que al no haber madurado no se han transformado en almidones generadores de las molestas flatulencias, habituales tras la ingesta de habas secas y otras leguminosas.

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