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#SabuesoGourmet ¿Existe el sabor a refri?

Por Ameyalli Roskaritz

¿Alguna vez has notado que tu comida adquiere un sabor diferente después de pasar mucho tiempo en el refrigerador? Es frustrante, ¿verdad? Por más que intentes explicar que el sabor ha cambiado y ha adquirido un saborcito raro, entre congelado y acuoso, nadie parece creerte. Pero hoy es tu día de suerte, porque vamos a resolver esta discusión y descubriremos qué es y por qué existe el sabor a refri.  Prepárate para ganar esta discusión y sorprender a todos con la verdad sobre el sabor de los alimentos que han pasado tiempo en el refrigerador.

¿Existe el “sabor a refri”? ¿Qué es y por qué se genera?

Mientras adentrábamos nuestras narices en los más oscuros rincones de la nevera, nuestros sentidos olfativos caninos se encontraron con sorpresas y pistas que podrían revelar la verdad sobre el sabor a refri. Pero no es tan sencillo como parece.  ¿Es acaso la baja temperatura la culpable de ese peculiar toque que algunos llaman “sabor a refri”? ¿O existen otros factores en juego? El veredicto está cerca, ¡prepárate para sorprenderte!

Refrigerador con olor, causante del sabor a refri

El ‘sabor a refri’ sí existe y esto se debe a varios factores, el primero es que hay alimentos en estado de descomposición y esos olores son absorbidos por todas aquellas comidas que se encuentran en buen estado, de acuerdo con el sitio Larousse Cocina. Por lo cual, de manera cotidiana, es recomendable sacar todos los productos que estén echados a perder.

El segundo punto, se debe a un fenómeno que ocurre dentro del refrigerador. La doctora Pamela Alcocer, química en alimentos y experta en la interacción de la temperatura con las propiedades organolépticas de los alimentos lo explicó bastante bien. Según la doctora Alcocer, el sabor a refri se debe a la alteración de las características sensoriales de los alimentos cuando están expuestos a bajas temperaturas durante un período prolongado.

Cuando los alimentos se guardan en el refrigerador, la baja temperatura afecta su estructura molecular y provoca cambios en su textura, sabor y aroma. La experta explica que este fenómeno se debe a la migración de los compuestos volátiles presentes en los alimentos, que son los responsables de su sabor y aroma, hacia la superficie expuesta al frío.

Además, la humedad relativa dentro del refrigerador puede contribuir a la formación del sabor a refri. La humedad en exceso puede acelerar la oxidación de los lípidos en los alimentos, lo que produce cambios en su sabor y deterioro en su calidad.

Alimentos más susceptibles a desarrollar el “sabor a refri”

Es importante tener en cuenta que cada alimento puede reaccionar de manera diferente al almacenamiento en el refrigerador, y que no todos los alimentos desarrollarán un sabor a refri. Algunos alimentos más sensibles pueden ser especialmente propensos a adquirir este sabor, mientras que otros pueden conservar su sabor original incluso después de ser refrigerados.

Estos son algunos de los alimentos que tienden a adquirir más fácilmente el “sabor a refri” cuando se almacenan en el refrigerador durante períodos prolongados:
  1. Frutas y verduras delicadas: Algunas frutas y verduras, como las fresas, los arándanos, los espárragos y las espinacas, pueden perder su sabor y textura frescos cuando se guardan en el refrigerador durante demasiado tiempo. La humedad y las bajas temperaturas pueden afectar su calidad y hacer que adquieran un sabor acuoso o marchito.
  2. Productos lácteos abiertos: Los productos lácteos como la leche, el yogur y el queso, una vez abiertos, pueden absorber los olores y sabores de otros alimentos en el refrigerador. Esto puede hacer que desarrollen un sabor extraño y desagradable con el tiempo.
  3. Carnes magras cocidas: Las carnes magras cocidas, como el pollo o el pavo, pueden volverse secas y perder su jugosidad cuando se guardan en el refrigerador durante demasiado tiempo. Además, pueden absorber los olores de otros alimentos, lo que afecta su sabor original.
  4. Pan y productos de panadería: El pan y los productos de panadería, como las galletas y los pasteles, pueden volverse rancios más rápidamente en el refrigerador debido a la humedad. Además, pueden absorber los olores y sabores de otros alimentos, lo que afecta su frescura y sabor.
  5. Restos de comida: Los restos de comida, especialmente aquellos que contienen salsas o condimentos fuertes, pueden desarrollar un sabor extraño y desagradable cuando se guardan en el refrigerador durante mucho tiempo. La interacción de los sabores puede hacer que los platos pierdan su equilibrio y se vuelvan menos apetitosos.

Cómo evitar el sabor de refri en los alimentos

Ahora que entendemos por qué se genera el sabor a refri, es importante conocer algunas recomendaciones para evitarlo y preservar la calidad de los alimentos.

Almacenamiento adecuado:

Coloca los alimentos en recipientes herméticos o utiliza papel film para protegerlos del contacto directo con el aire frío del refrigerador. Esto ayudará a evitar que absorban olores no deseados y minimizará la migración de los compuestos volátiles.

Tiempo de almacenamiento:

Evita dejar los alimentos por períodos prolongados en el refrigerador. Si un alimento no se consumirá pronto, es preferible congelarlo para mantener su frescura y evitar la alteración de su sabor. Procura organizar tu refrigerador de manera regular. 

Temperatura óptima:

Asegúrate de que la temperatura del refrigerador esté ajustada correctamente. La temperatura recomendada para la conservación de alimentos oscila entre 0°C y 4°C. Mantener una temperatura adecuada ayudará a preservar la calidad y sabor de los alimentos.

Limpieza regular:

Realiza limpiezas periódicas del refrigerador para eliminar cualquier residuo o derrame que pueda contribuir a la formación de olores desagradables y, en consecuencia, al sabor a refri.

Siguiendo estas recomendaciones, podrás minimizar la aparición del sabor a refri en tus alimentos y disfrutar de su sabor original y frescura por más tiempo.