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Las papas y cebollas no van en el refrigerador, esta es la razón

Por Animal Gourmet

En un mundo de sabores y texturas, existe una batalla oculta en tu refrigerador. ¿Sabías que el enemigo de las papas y las cebollas podría estar acechando en el lugar más inesperado? Hoy venimos a contarte algo que te cambiará tu concepción del mundo: las papas y cebollas no van en el refrigerador. Esta es la razón.

Así como les contamos la semana pasada que existen ciertas frutas que no se deben guardar juntas en el frutero, les explicamos esta información que puede cambiar su modo de almacenar los alimentos en la cocina.

¿Las papas no se deben guardar en el refrigerador?

Desde hace tiempo, existe un debate sobre si es adecuado o no almacenar las papas en el refrigerador. La chef Mariana Orozco mencionó en su cuenta de Twitter  que guardar las papas en el frío puede tener consecuencias negativas.

Según sus declaraciones, el almidón presente en las papas se convierte en azúcares libres cuando se refrigeran, lo que puede afectar su sabor (hará más dulces a las papas), oscurecer su color durante la cocción y, lo más preocupante, puede contribuir a la formación de acrilamida, una sustancia considerada cancerígena.

A todo esto, ¿qué es la acrilamida?

La acrilamida es un compuesto químico que se forma naturalmente en alimentos de origen vegetal ricos en almidón, como las papas, durante procesos de alta temperatura, como la fritura o el horneado. La combinación de azúcares libres y el aminoácido asparagina presentes en las papas puede generar acrilamida cuando se exponen a altas temperaturas.

papas fritas

Los expertos recomiendan quedarse en amarillo.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha abordado el tema de la acrilamida en las papas durante años, alertando sobre los posibles riesgos para la salud asociados con su consumo.

Para reducir la exposición a la acrilamida, la FDA recomienda seguir estos consejos:

  1. Al freír alimentos (como papas) evite cocinarlos en exceso, hacerlas extra crujientes o quemarlos. Procura cocinarlos hasta que adquieran un color amarillo dorado en lugar de un tono marrón oscuro, ya que las partes marrones tienden a contener más acrilamida.
  2. Al tostar pan, es mejor alcanzar un color dorado claro en lugar de uno oscuro. Evite comer las partes demasiado oscuras.
  3. No guarde las papas en el refrigerador, ya que esto puede aumentar la cantidad de acrilamida al cocinarlas. Manténgalas en un lugar oscuro y fresco fuera del refrigerador, como un armario o una alacen

Si quieres que tus cebollas duren firmes y en buen estado, no las guardes en el refrigerador

Papas y cebollas no se deben guardar en el refrigerador

Además de las papas, las cebollas también generan dudas sobre si deben o no refrigerarse. Según la chef Mariana Orozco, la humedad del refrigerador puede provocar que las cebollas se humedezcan rápidamente y se echen a perder más rápido. Sin embargo, aclara que las cebollas cortadas sí deben ir en el refrigerador, al igual que el cebollín y las cebollas de cambray, debido a su mayor contenido de agua.

Es importante tener en cuenta que las cebollas y las papas tienen necesidades de almacenamiento distintas debido a sus características y composición.

Entonces, ¿cómo deberías almacenar tus papas y tus cebollas?

Venimos a traer soluciones, no sólo problemas. Una vez que expresamos que papas y cebollas no van en el refrigerador,, les contaremos qué tienen que hacer para mantenerlas en óptimas condiciones. fuera del refrigerador.

las cebollas se mantienen mejor en lugares oscuros, secos y lejos de la luz del sol

Puedes guardar tus cebollas en un par de medias colgadas en un lugar seco y oscuro en tu cocina.

Consejos para almacenar papas y cebollas y cuánto tiempo duran

  • Almacena las papas en un lugar fresco, oscuro y seco, preferiblemente a una temperatura entre 7 y 10 °C. Evita el refrigerador.
  • Mantén las papas alejadas de la luz directa y en un recipiente opaco o cubiertas con papel periódico.
  • Revisa regularmente las papas y desecha aquellas que presenten signos de deterioro, como manchas, brotes o pudrición.
  • Almacena las cebollas en un lugar fresco, seco y bien ventilado, lejos de la luz directa del sol.
  • Evita la humedad excesiva y no refrigeres las cebollas enteras.
  • Revísalas periódicamente y desecha aquellas que muestren signos de deterioro, como manchas blandas o moho.

Recuerda que seguir estas pautas de almacenamiento adecuadas ayudará a mantener la frescura y calidad de las papas y cebollas durante más tiempo.