En un mundo de sabores y texturas, existe una batalla oculta en tu refrigerador. ¿Sabías que el enemigo de las papas y las cebollas podría estar acechando en el lugar más inesperado? Hoy venimos a contarte algo que te cambiará tu concepción del mundo: las papas y cebollas no van en el refrigerador. Esta es la razón.
Así como les contamos la semana pasada que existen ciertas frutas que no se deben guardar juntas en el frutero, les explicamos esta información que puede cambiar su modo de almacenar los alimentos en la cocina.
Desde hace tiempo, existe un debate sobre si es adecuado o no almacenar las papas en el refrigerador. La chef Mariana Orozco mencionó en su cuenta de Twitter que guardar las papas en el frío puede tener consecuencias negativas.
Según sus declaraciones, el almidón presente en las papas se convierte en azúcares libres cuando se refrigeran, lo que puede afectar su sabor (hará más dulces a las papas), oscurecer su color durante la cocción y, lo más preocupante, puede contribuir a la formación de acrilamida, una sustancia considerada cancerígena.
La acrilamida es un compuesto químico que se forma naturalmente en alimentos de origen vegetal ricos en almidón, como las papas, durante procesos de alta temperatura, como la fritura o el horneado. La combinación de azúcares libres y el aminoácido asparagina presentes en las papas puede generar acrilamida cuando se exponen a altas temperaturas.
Los expertos recomiendan quedarse en amarillo.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha abordado el tema de la acrilamida en las papas durante años, alertando sobre los posibles riesgos para la salud asociados con su consumo.
Para reducir la exposición a la acrilamida, la FDA recomienda seguir estos consejos:
Además de las papas, las cebollas también generan dudas sobre si deben o no refrigerarse. Según la chef Mariana Orozco, la humedad del refrigerador puede provocar que las cebollas se humedezcan rápidamente y se echen a perder más rápido. Sin embargo, aclara que las cebollas cortadas sí deben ir en el refrigerador, al igual que el cebollín y las cebollas de cambray, debido a su mayor contenido de agua.
Es importante tener en cuenta que las cebollas y las papas tienen necesidades de almacenamiento distintas debido a sus características y composición.
Venimos a traer soluciones, no sólo problemas. Una vez que expresamos que papas y cebollas no van en el refrigerador,, les contaremos qué tienen que hacer para mantenerlas en óptimas condiciones. fuera del refrigerador.
Puedes guardar tus cebollas en un par de medias colgadas en un lugar seco y oscuro en tu cocina.
Recuerda que seguir estas pautas de almacenamiento adecuadas ayudará a mantener la frescura y calidad de las papas y cebollas durante más tiempo.