
No te quiebres la cabeza pensando en qué bebida es mejor para brindar en estas fiestas. Sea sidra, espumoso o champagne, te dejamos sus diferencias.

El brindis de Año Nuevo es uno de los rituales más importantes en la mesa mexicana. No importa si se celebra en una cena familiar, una reunión entre amigos o una fiesta más formal: esa copa que levantamos a la medianoche va cargada de simbolismo, deseos y tradición. Pero cada vez surge la misma duda de con cuál brindar: ¿sidra, champagne o vino espumoso? Aunque a simple vista pueden parecerse, cada bebida tiene una historia, un método de elaboración y un significado distinto que vale la pena conocer antes de elegir la protagonista del brindis.

En México, la sidra es, para muchos, sinónimo de celebración de Año Nuevo y Navidad. Presente en la mayoría de los supermercados y mesas familiares, esta bebida elaborada a partir de la fermentación de manzana tiene un carácter más ligero y accesible. Su graduación alcohólica suele ser baja e incluso existen versiones sin alcohol, lo que la convierte en una opción ideal para brindar con niños o personas que prefieren algo suave.
Una de las curiosidades más interesantes es que, aunque la sidra tiene un origen europeo (España, Francia e Inglaterra), en México se volvió una bebida festiva por excelencia durante el siglo XX, impulsada por marcas nacionales que la asociaron directamente con la Navidad y el fin de año. Hoy existen sidras dulces, semisecas y secas, con burbuja suave y notas frutales frescas, ideales para quienes buscan un brindis amable y sin pretensiones. En esta nota encontrarás datos curiosos sobre la sidra.

El champagne es, quizá, la bebida más asociada al glamour del Año Nuevo, pero también la más malentendida. Técnicamente, solo puede llamarse champagne el vino espumoso producido en la región de Champagne, en Francia, bajo estrictas normas de denominación de origen. Todo lo demás, aunque tenga burbujas, no es champagne.
Se elabora principalmente con uvas Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier, mediante el método tradicional o champenoise, en el que la segunda fermentación ocurre dentro de la botella. Este proceso da como resultado burbujas finas, persistentes y una complejidad aromática que puede ir desde notas cítricas y florales hasta pan tostado y brioche.
Para el público mexicano, una curiosidad clave es que el champagne no siempre es dulce. De hecho, la mayoría de los champagnes que se consumen hoy son Brut, es decir, secos. Existen también Extra Brut, Sec y Demi-Sec, este último más cercano a los gustos dulces tradicionales, ideal para acompañar postres de Año Nuevo. Aquí puedes encontrar curiosidades sobre el champagne.

Aquí entra una categoría amplia y muy interesante: el vino espumoso. A diferencia del champagne, los vinos espumosos se producen en distintas regiones del mundo y con diferentes métodos de elaboración. Prosecco (Italia), Cava (España), espumosos mexicanos o argentinos son algunos de los más conocidos.
La gran ventaja del vino espumoso es su diversidad. Puede ser seco, afrutado, ligero o complejo, con burbujas intensas o más sutiles, y con precios que se adaptan a todos los presupuestos. En México, cada vez hay más etiquetas nacionales que utilizan métodos tradicionales o charmat, logrando vinos frescos y competitivos, perfectos para el brindis de Año Nuevo.
TIP ANIMAL: Sirve las bebidas bien frías; usa copas tipo flauta o tulipán para conservar la burbuja; evita llenar la copa hasta el tope, así dejas espacio para que se expresen los aromas.
La elección entre sidra, champagne o vino espumoso depende del tipo de celebración y del perfil de quienes brindan. La sidra es ideal para reuniones familiares, mesas grandes y paladares que prefieren sabores dulces. El champagne funciona mejor en celebraciones formales o como símbolo de un momento especial. El vino espumoso, por su parte, es la opción más versátil, capaz de adaptarse tanto a cenas sofisticadas como a festejos relajados. Además, como bien dicen: la mejor bebida es la que te gusta a ti.
Más allá de la etiqueta, el brindis de Año Nuevo en México es un acto de unión y esperanza. Ya sea con sidra, champagne o vino espumoso, lo importante es levantar la copa con intención, buenos deseos y la mejor compañía para empezar el año con el pie derecho.
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