
Los buñuelos de viento son un postre que no puede faltar en las mesas de los mexicanos en Navidad, Año Nuevo e incluso en las fiestas patrias.

Para lograr que tus buñuelos queden perfectos y no se peguen antes que nada es necesario curar el molde de viento, el cual es fácil de adquirir en tiendas de autoservicio en el área de utensilios.
Lava correctamente tu molde de buñuelos de viento, en una cazuela pequeña pon a hervir agua suficiente hasta que cubra el molde, ingrésalo y déjalo por al menos 15 minutos.
Retira y seca muy bien, en otra cazuela agrega aceite hasta que cubra el molde y déjalo por otros 15 minutos, luego de estos pasos está listo para usarse.
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Los buñuelos de viento como los conocemos en México se trata de una figura en forma de copo de nieve que se hace con harina de maíz, huevo, leche y se suele endulzar con azúcar y canela o con una miel hecha a partir de piloncillo.
Sin embargo, a diferencia de los mexicanos los buñuelos españoles se trata de una bola de masa frita que pueden llegar a doblar su volumen, es por esta razón por las que se les denomina con el apelativo “de viento” (es decir hinchados).

Los buñuelos de viento pueden ser rellenos con dulces de crema, chocolate, chantillí, etcétera. Los rellenos suelen introducirse después de su elaboración mediante una pequeña abertura elaborada a tal efecto.
Son un postre que aparece en las pastelerías a comienzos de noviembre, ya que tradicionalmente se sirven en las celebraciones de todos los santos.