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Truchas, abejas y ranas dan vida al bosque de Zitácuaro... y a tu mesa

Más allá de las mariposas monarca y los aguacates, el bosque de Zitácuaro tiene secretos gastronómicos que vale la pena conocer como los que se producen a partir de la acuacultura rural de truchas. Aquí todo se come y a la vez colabora con la regeneración del ecosistema.

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Zitácuaro y sus truchas

Citlali Gómez Lepe y su familia desarrollan Nemi Natura, un proyecto con sede en el bosque michoacano -muy cerca del santuario de las mariposas monarca- para producir alimentos sustentables como miel, ranas, frutos y hierbas aromáticas.

En una región amenazada por la tala clandestina y siembra indiscriminada de aguacates, se busca producir ingredientes que no comprometan los recursos naturales a largo plazo.

Sus padres llegaron hace 30 años y emprendieron en el negocio de las truchas como pioneros en la región. La propuesta era ambiciosa: beneficiar al ecosistema más allá de explotarlo con la producción en masa.

A partir de ahí se construyeron estanques que obedecían a la geografía y se aprovechó el agua de cercanía para comenzar una granja que diera más vida al Bosque de Zitácuaro.

El camino los llevó a velar por más factores que solo los que afectaban directamente el negocio; en consecuencia arrancaron con un proyecto de reforestación de suelos mediante policultivos que a la vez da vida a más de 15 colmenas de abejas para obtener miel de monte.

La producción de truchas no es cosa menor. Se pone atención a que su alimentación sea libre de químicos y hormonas para obtener productos saludables y ricos a la vez; asimismo, el agua que se ocupa es pura de manantial y se reoxigena constantemente para dar calidad de vida a los bancos de peces.

Como una alternativa de consumo que también utiliza infraestructura existente se desarrolló un estanque que produce ranas toro.

La preocupación por el ecosistema es el hilo conductor de un proyecto que une puntos y equilibra el consumo de productos naturales.