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En Indonesia crean bolsas tipo plástico que no dañan al medio ambiente

Por Animal Gourmet

Para el 2050 es probable que el peso de los residuos plásticos abandonados en el mar sea superior al peso de todos los peces del planeta. Lamentablemente sumergirse entre los mares para maravillarse con hermosas especies marinas podría convertirse en solo un recuerdo. 

Hace algunos años se publicó un estudio en la revista Science el cual calculó por primera vez  la cantidad de desechos plásticos que llegan al mar cada año desde tierra. ¿Conclusión? Si no se toman medidas  tanto individuales como gubernamentales, los residuos plásticos arrojados al mar serán equivalentes a dos camiones por minuto en 2030 y cuatro camiones por minuto para el año 2050.

Siendo Indonesia el mayor contaminador del mundo después de China, la empresa Avani Eco decidió hacer algo al respecto. Esta iniciativa tiene como objetivo rehabilitar la isla ofreciendo soluciones de envases desechables sostenibles y alternativas de plástico compostable centrándose en reemplazar los productos de plástico que se utilizan una sola vez.

El biólogo y socio de la compañía, Kevin Kumala, comenzó a trabajar en una solución considerando que es “demasiado tarde para cambiar nuestros hábitos” y hacer que la gente utilice menos plástico o recicle más. Kumala y su equipo se encargaron de desarrollar un reemplazo para las bolsas hechas de petróleo que pueden tardar hasta 300 años en biodegradarse.

Con almidón de yuca lograron replicar el proceso que se utiliza para fabricar las bolsas comunes hechas de petróleo. Las bolsas de almidón de yuca pueden convertirse en composta en menos de 100 días y se disuelven en minutos en agua caliente sin toxicidad oral, incluso hasta podrías beberla disolviéndola en un vaso.

¿Las desventajas? El precio de cada bolsa es de cinco centavos de dólar, que resulta el doble o más del precio de una bolsa de plástico regular. Además, si los “plásticos vegetales” se comercializan a gran escala entonces se necesitarán enormes cantidades de recursos tales como tierra, agua y energía para el proceso de producción, lo que podría tener un efecto adverso en la producción de alimentos.

Cabe destacar que en Indonesia la yuca es una planta abundante donde alrededor de 25,2 millones de toneladas se cultivan cada año.

Según la activista de Greenpeace del Sureste de Asia, Anchalee Pipattanawattanakul, el problema del plástico debe ser abordado desde su raíz y es necesario cambiar la mentalidad de la gente alrededor del consumo para fomentar la reducción en el uso de plástico en primer lugar. Aún así, la empresa Avani Eco pretende expandir sus exportaciones y esfuerzos en otros países dentro y fuera de Asia.

Recordemos que estas iniciativas son alternativas biológicas que se deben complementar con nuestro comportamiento hacia el medio ambiente. Así que mientras estas bolsas de yuca llegan a México (si es que alguna vez sucede), nuestro compromiso es reducir y reciclar nuestros desperdicios.