Los revolucionarios de la comida no son los chefs vanguardistas de Barcelona, Copenhague o París. Son cocineros y políticos que están pensando en la comida y en la cocina como un arma contra los fast food, los azúcares procesados y las grasas saturadas que ponen en riesgo la salud de millones de personas en el mundo. El movimiento se gestó en el Reino Unido en 2003 y gana adeptos.
La Revolución Industrial generó bienestar económico y lanzó al Imperio Británico, pero también trajo consigo problemas de índole alimentaria. Las mujeres comenzaron a trabajar y se volvió imposible dedicar tantas horas a la cocina como sus pares francesas. De ahí parte la tradición del english breakfast (desayuno con alto nivel calórico, montón de azúcar y grasas saturadas) que les permitiera seguir trabajando todo el día.
A esto se unió Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. Las mujeres ya no cocinaban para seguir trabajando en sustitución de los hombres que formaban parte de las tropas. Hasta el día de hoy la concepción popular es que, es más fácil comer el fast food que cocinar.
La concepción popular es que, es más fácil comer el ‘fast food’ que cocinar
El food movement (movimiento de la comida) significa no sólo una transformación política sino también social. Jamie Oliver -el chef de Essex, Reino Unido- es uno de los fundadores del movimiento. Ganó el Ted Price Award Speech en 2010 con su conferencia Food Revolution (Revolución de la Comida).
En su discurso menciona que mueren cuatro estadounidenses cada 18 minutos por causas de obesidad. Los niños de hoy tienen por primera vez en la historia menos expectativas de vida que la generación pasada; vivirán en promedio 10 años menos que tú, y sólo por los malos hábitos alimenticios. Dos de cada tres habitantes de EU padecen de sobrepeso y obesidad, pero lo más importante es que las enfermedades relacionadas con la mala alimentación matan a la mayor parte de la población de Estados Unidos, Reino Unido y México.
2 de cada 3 habitantes de EU padecen de sobrepeso y obesidad
El azúcar y las grasas saturadas han desplazado a la nicotina como amenaza a la salud. El 10 por ciento de los ingresos de sector salud gastan en controlar enfermedades que una alimentación sana previene (TED Conference Award 2010).
Otro ejemplo revolucionario lo representa Michelle Obama y su Fresh Food Revolution (Revolución de la Comida Fresca) en la que promueve cultivos de jardines propios y como el que plantó en la Casa Blanca. La Primera Dama ha implementado dicho movimiento para concientizar a la población y reafirma su convicción con el slogan “La comida fresca sabe mejor y es mejor para ti”.
Su campaña no es nueva. Eleonor Roosevelt ya había logrado éxito cuando urgió a sus ciudadanos a plantar victory gardens (jardines de la victoria), para que los productores de comida se concentraran en abastecer a las tropas. Al final de la guerra la producción de los jardines abastecía a casi la mitad de las frutas y las verduras consumidas en el país.
Como reflejo del impacto de dichas campañas el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg ha emprendido una batalla contra las bebidas altamente azucaradas.
La solución que proponen Jamie Oliver y Gordon Ramsay, entre otros, es aprender a cocinar, regresar a la cocina bajo el lema: es fácil, te tardas menos de 15 minutos, es sano, es barato y puede salir delicioso.
Gordon Ramsay ha dedicado decenas de programas de televisión a proponer regresar a la cocina (Go back to cooking). Su programa Cook Along enseña que cualquiera puede cocinar una gran cena a bajo costo y mejor que los deliveries o take outs (comida a domicilio).
Gracias a los esfuerzos de ambos chefs, el gobierno británico instituyó las clases de cocina obligatoria en las escuelas y la inversión de un billón de libras al año para comprar alimentos frescos para los comedores estudiantiles.
El gobierno británico instituyó las clases de cocina obligatoria en las escuelas
Con campañas así es como se ha llegado a concientizar a países como el Reino Unido y Estados Unidos. Falta mucho por hacer. Proponer a las madres de familia que es mucho mejor regresar a la cocina, que es fácil comprar alimentos frescos y mantener porciones balanceadas, son ejemplos que debemos predicar y poner en marcha, la política pública en la materia debe de fomentar que todos pertenezcamos a este grupo de revolucionarios de la comida.
Acá el video de la TED Talk de Jamie Oliver:
*Regina Betanzo es articulista de Foreign Policy México, columnista de Hotbook y fue premiada con el National Young Leaders Conference en Washington D.C.
