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Los cinco mandamientos del té

Por Animal Gourmet

De manera tímida, pero con paso firme, México se convierte en un ávido consumidor de , una bebida milenaria que ha dado la vuelta al mundo y que de unos años para acá, se ha ido ganando poco a poco su lugar.

Ya sea por los múltiples beneficios que se han descubierto derivado de su consumo habitual, por genuino interés en su misticismo o por moda, el se ha ido posicionando como un favorito.  Sí, es una bebida ancestral y como tal no debe ser tomada a la ligera. Es por ello que enumeramos algunas recomendaciones para beberlo en su máximo esplendor.

Lo llamarás por su nombre correcto

Recuerda, si no es del arbusto Camellia sinensis, no es té. // Foto: Especial.

Recuerda, si no es del arbusto Camellia sinensis, no es té. // Foto: Especial.

Todo el té se hace del arbusto Camellia sinensis. Las variedades de té blanco, verde, oolong, negro y pu-erh provienen todos de una misma hoja, lo único que cambia es el grado de oxidación entre ellas.  Si sus hojas no provienen de ahí no puede llamársele , debe ser llamado infusión o tisana.

No usarás cualquier agua

El 98 por ciento lo compone el  agua. Por ello es el segundo ingrediente más importante para la taza perfecta y es importante que, en la medida de lo posible, utilices agua filtrada o embotellada. Esto es para eliminar elementos que alteren su sabor como impurezas, sales, cloro o minerales.

Respetarás la temperatura

A menor grado de oxidación, más delicada es la hoja. Por ello la temperatura del agua no puede ser la misma para todos los tipos de té. De esta forma, para el blanco y el verde la temperatura ideal del agua debe ser entre 75° y 80° C; para el oolong y el negro entre 80° y 93° y para el pu-erh 85°C. Como podrás notar hay un común denominador entre todas ellas: el agua nunca debe hervir. Esto es para evitar que el agua queme la hoja.  Nunca calientes el agua en el microondas. Esto es porque el agua no se caliente de manera uniforme y provocará una infusión irregular.

Cuidarás el tiempo de infusión

A mayor grado de oxidación, mayor deberá ser el tiempo de contacto entre la hoja y el agua. Esto para liberar todos los aromas y sabores presentes en la hoja. El pu-erh requiere 4 minutos, el oolong y el negro requieren 5 minutos, el verde 3 minutos y el té blanco 2. Un error común es querer hacer un té de sabor más fuerte al prolongar el tiempo de infusión, lo cual solo lo amargará. Lo correcto es agregar más cantidad de té y respetar el tiempo según su tipo.

Usarás té de hoja entera

Tradicionalmente el té se recolecta a mano para tratar con más cuidado la hoja. // Foto: Especial.

Tradicionalmente el té se recolecta a mano para tratar con más cuidado la hoja. // Foto: Especial.

Actualmente hay muchas marcas que comercializan este tipo de recolectado bajo el método ortodoxo. Éste es aquel dónde puedes apreciar la hoja completa enrollada y significa un té de calidad superior.  Sí, es un poco más caro que el tradicional de bolsitas de papel, pero el sabor lo vale. Esto es porque su gusto es más delicado y fue tratado con mucho cuidado y esmero.

Ahora que conoces los cinco mandamientos del recuerda que beber una taza de esta bebida es uno de los más grandes placeres que cualquiera puede tener. Sólo es cuestión de perderle el miedo y atreverse.

Es por ello que los ingleses le han dedicado por siglos un horario dentro de su caótica vida diaria; es esa pausa necesaria que nos debemos para separarnos de la locura citadina. Por lo que, calienta el agua, agrega las hojas y espera unos minutos antes de disfrutarlo. Seguro que le tomas el gusto.