El champagne, el cava y los demás vinos espumosos deben servirse fríos. De este modo resultan más agradables al paladar, pero también menos peligrosos al abrir, ya que la presión es menor. Después de sacar la botella de la cubitera séquela cuidadosamente.
Para evitar accidentes y ojos morados al abrir la botella, no la sacuda ni la dirija hacia una persona. Recuerda no agitar ni destapar la champagne a presión, eso déjalo a los deportistas que ganan o a los lucidos. [contextly_sidebar id=”507fc74f3bdbb6c4fef1ec8c55757404″]
Si eres de las personas que no gustan de seguir instrucciones, les dejamos este video para que se den una idea de lo que les podría ocurrir si no lo hacen:
Ya con práctica, y algo de dinero para comprar espumosos, quizá podrías probar distintas maneras como el “sabring”, que consiste en abrir la botella sin tocar el corcho rompiendo el final de la misma con un sable, un cuchillo, una cuchara o hasta una copa de cristal.