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5 variedades de jitomate que no conocías y una #RECETA

Por Animal Gourmet

Hablemos de frutas y verduras. La palabra “heirloom”, de origen anglosajón, es la que denomina a  las variedades antiguas de vegetales y frutos que fueron cuidadas por familias, generación tras generación a lo largo de la historia, y que actualmente tienen tantas formas y tamaños como el número de personas que las han protegido y cultivado.

La vida moderna nos ha enseñado que en los supermercados hay pocas variedades de ciertas frutas y vegetales. En muchas ocasiones, la diversidad ha desaparecido debido a que la agricultura moderna favorece la producción de aquellos ingredientes que se acomodan mejor a las necesidades industriales y mercantiles.

El caso del jitomate no es la excepción. Este fruto suculento, jugoso, dulce y a su vez ácido, lo podemos comer crudo, cocido o seco y solo hace falta experimentar con él para darse cuenta que es un ingrediente que brinda infinitas posibilidades.

A pesar de que su origen se identifica en el continente americano, ya es una estrella de la gastronomía mundial. Los hay grandes, chicos y medianos; de colores diversos como verdes, morados, amarillos, algunos casi negros y, en cuanto a sabor, algunos son más dulces, otros más ácidos, pero sobre todo, fantásticos a la hora de comerlos.

Algunas variedades 'heirloom' tienen un aspecto caprichoso pero eso no demetira su gran sabor. // Foto: Especial.

Algunas variedades ‘heirloom’ tienen un aspecto caprichoso pero eso no demetira su gran sabor. // Foto: Especial.

Hay cinco jitomates del tipo ‘heirloom’ que no te puedes perder:

  • Jitomate riñón
    Obtiene su nombre debido a su forma, es una fruta suculenta llena de sabor y que funciona espectacular cruda.
  • Jitomate alemán verde
    No hay que confundir este delicioso fruto con el tomate de la típica salsa mexicana. Este es un jitomate de color verde que tiene un sabor muy frutal y con un toque especiado. Cuando los cultivamos, los devoramos a mordidas.
  • Jitomate cebra
    Este es un fruto que, como su nombre lo indica, es rayado con franjas rojas y anaranjadas y al gusto tiene un sabor pronunciado y dulce.
  • Jitomate cereza
    Esta es una variedad del tipo cherry que produce unos jitomates tan dulces como caramelos, son una delicia y cuando estamos en el huerto son el snack preferido.
  • Jitomate cherokee
    Sus colores son de tonos morados, su sabor es pronunciado y dulce. Sin duda es espectacular para guisos pero no se queda atrás cuando lo comemos crudo.

A veces es muy complicado conseguir estas variedades ‘heirloom’ en los supermercados comunes. En la ciudad de México los puedes encontrar sin problemas en mercados orgánicos como “El 100”, que abre todos los domingos en la plaza “El Lanzador” en la colonia Roma, o en algunas de las sucursales de la tienda Green Corner. Sin embargo, la mejor opción es cultivarlos en casa.

La próxima vez que se te antoje comer un jitomate, te recomendamos buscar estas exquisitas variedades. Mientras, te dejamos una receta.

#RECETA Ensalada de Jitomates mixtos y arúgula

Ingredientes (para cuatro porciones)

  • 4 rebanadas gruesas de pan blanco de caja
  • 5 cucharadas soperas de aceite de oliva
  • jitomates cebra
  • 5 jitomates cherokee
  • 20 jitomates cereza
  • 2 dientes de ajo
  • 150 gramos de arúgula fresca
  • 1 cucharada sopera de vinagre balsámico
  • 2 cucharadas soperas de jugo de limón
  • 100 g de aceitunas verdes sin hueso
  • Salsa inglesa y salsa de soya al gusto
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra fresca y molida
  • Queso panela al gusto

Preparación

Corta el pan en cuadros. Calienta en un sartén 3 cucharadas soperas de aceite de oliva y fríe los panecitos por todos los lados. Colócalos en un plato para utilizarlos después. También puedes meterlos a tostar al hornito eléctrico si no quieres usar aceite.

Calienta una parrilla de carbón o una eléctrica.

Lava todos los jitomates. Los tipo cebra córtalos en cubos. Los jitomates cherokee córtalos en rebanadas gruesas o gajos grandes. Los cereza déjalos en un plato aparte enteros.

Pela los ajos y córtalos en rebanadas delgadas. Toma 2 rebanadas de ajo y mételas en cada trozo de jitomate cherokee.

Coloca en una charola para hornear los trozos grandes de jitomate cherookee con la cara cortada hacia arriba y coloca la charola sobre la parrilla para asarlos durante 3 ó 4 minutos; voltéalos a fin de asarlos durante otros 3 minutos por el otro lado.

Mientras, lava la arúgula y sacúdela para secar. Retira los tallos y parte las hojas a tu gusto; reparte éstas en 4 platos.

Marina el jitomate cebra picado en un poco de salsa inglesa con salsa de soya.

Para la vinagreta, coloca en un tazón el vinagre balsámico, el jugo de limón, sal y pimienta y 2 cucharadas soperas de aceite y bate vigorosamente la mezcla.

Colocaa los jitomates cherokee asados sobre la arúgula, luego los jitomates cebra marinados y vierte la vinagrta encima de cada plato de ensalada. Esparce los panecitos, la panela picada, las aceitunas y los jitomates cereza para adornar cada plato.