
Con esta receta queremos darle voz a esas mujeres que inculcaron el sabor de la cocina generación tras generación con su deliciosa capirotada.

Mi nombre es Elenita para los amigos. Tengo 76 años, soy ama de casa y me fascina la cocina. Soy originaria de Atotonilco, Jalisco, y desde allá traigo conmigo recetas tradicionales mexicanas -como la capirotada- con los secretos que me heredaron mi mamá y mi abuela y que he preparado para mi familia durante casi 60 años.
De niña acostumbrábamos el ayuno en Semana Santa, tomábamos un té o un poco de agua en días Santos y comíamos formalmente hasta después de mediodía. La capirotada es el postre que nos daban justo en estas comidas.
Lo que no sabía es que su origen es europeo y que sus ingredientes tienen connotación religiosa, según me dijo uno de mis nietos, quien buscó información sobre el platillo en internet: el pan es el cuerpo de Cristo, la miel es su sangre, la canela simboliza la cruz, los clavos de olor, pues los clavos de la cruz, y el queso es el sudario.
Ya no es muy frecuente encontrar la capirotada en las mesas mexicanas por la cantidad de condimentos y la mezcla de ingredientes que lleva, pero todos los puedes hallar en cualquier mercado.
Para la miel
Para decorar
Preparación
Si quieres que la capirotada tenga menos grasa, esta receta es excelente.
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