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#RECETA El tradicional (y siempre rico) pan de muerto

Por Animal Gourmet

Cuando pensamos en las fiestas de día de muertos lo primero que viene a la mente es el pan de muerto, la receta preferida de la temporada y que desafortunadamente solo podemos comer en esta época del año.

El significado del pan que tradicionalmente se elabora desde octubre es menos agradable que su sabor pues su historia y origen, aunque con versiones distintas todavía, sigue sin ser las más románticas.

Las más antiguas civilizaciones de Mesoamérica realizaban sacrificios humanos como rituales cotidianos a sus dioses, con un nivel de devoción que no deja de sorprendernos.

Entre sus múltiples maneras de sacrificar, una era sacar el corazón de la “ofrenda”.

Un poco de historia de nuestro pan favorito

Hay quienes dicen que el ritual del que surge la idea de hacer pan, fue el de ofrecer una princesa a los dioses, sacarle el corazón viva y mientras el corazón seguía latiendo lo metían en una olla con amaranto y el “sacerdote” o encargado del ritual se lo comía para agradecer a las deidades.

Otros cuentan, que para enterrar a los muertos se hacía un pan de semillas de amaranto que bañaban en la sangre que sobraba de los sacrificios.

Una versión un poco menos literal, asegura que el pan siempre fue utilizado para simbolizar el corazón de un ídolo creado de varios elementos y simplemente se hacía una representación de un sacrificio, sacándole el “corazón” (pan) a este ídolo ficticio para después repartirse entre todo el pueblo.

Mira cinco ideas para rellenar tu pan de muerto.

Sea cual sea la versión real, cuando los españoles llegaron a tierras americanas, de las primeras cosas que quisieron eliminar fue este tipo de rituales.

Entonces, cuenta también la historia que fueron los religiosos españoles quienes comenzaron a representar los corazones con pan, al que pintaban de rojo para simbolizar la sangre y más tarde agregarían azúcar.

Por supuesto era más que evidente que sería un “pan de muerto”.

La forma que conocemos del pan de muerto hoy en día representa un cadáver, la bolita de pan superior es un cráneo y las cuatro canillas son los huesos del cuerpo que señalan las direcciones del universo.

En México hay muchísimos tipos de pan de muerto en Puebla, Tlaxcala, Oaxaca, Michoacán y cada uno tiene su manera tradicional de hacerlo.

Sin importar su origen, la realidad es que siempre esperamos estas fechas, más que por la vacación, por la fiesta de día de muertos y por saborear esta receta de pan de muerto y disfrutarla con una taza de espumoso chocolate caliente.

Para quienes prefieran hacerlo en casa en lugar de comprarlo en alguna panadería, les dejamos nuestra receta de pan de muerto.

Pongan atención y sigan las indicaciones al pie de la letra, les garantizamos que les quedará de maravilla, y lo mejor, podrán prepararlo en casa cuando se les dé la gana sin importar si es verano, Navidad o día de las madres 😉

Receta de pan de muerto

Ingredientes

  • 2 1/2 tazas de harina
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 20 gramos de levadura fresca u ocho de levadura seca
  • 1/4 taza de agua tibia
  • 1 huevo
  • 2 yemas de huevo
  • 1/4 taza de leche
  • 2 cucharadas de ralladura de cáscara de naranja
  • 1 cucharada de agua de azahar (si no encuentras pueden sustituirlo por 2 cucharadas té de anís preparado y bien cargado)
  • 1/4 taza de azúcar
  • 80 gramos de mantequilla

Para decorar

  • 1/2 barra de mantequilla pomada
  • Azúcar blanca
  • 1 yema de huevo

Preparación

  1. En un recipiente poner el agua tibia y la levadura con un poco de harina (una cucharadita) para que se active. Esto sucede cuando comienzan a aparecer una delgada capa de espuma.
  2. Sobre la mesa de casa o en una batidora (para hacer pan), poner el harina, el azúcar, la ralladura de naranja y la sal.
  3. Incorporar el huevo y las yemas seguido de la leche, el agua de azahar y la levadura.
  4. Amasar hasta que la mezcla este suave y sea manejable. No se preocupen si al principio la mezcla parece una especie de engrudo que no se logra despegar de la mesa, es normal.
  5. En cuanto se pueda despegar de la superficie, agregar la mantequilla a temperatura ambiente y en cubos. Al principio se volverá un poco gomosa, después irá tomando cuerpo.
  6. Amasar hasta que la mezcla se separe de la mesa y no se rompa. Eso lleva su tiempo así que ánimo.

No olviden apartar un poco de masa para hacer los huesos y el cráneo del pan de muerto. // Foto: Annabelle Orozco (Creative Commons). No olviden apartar un poco de masa para hacer los huesos y el cráneo del pan de muerto. // Foto: Annabelle Orozco (Creative Commons)

  1. Dejar reposar la masa cubierta con papel film en una parte tibia de la cocina hasta que doble su tamaño gracias al efecto de la levadura. Esto toma aproximadamente dos horas.
  2. Ponchar la mezcla y amasar de nuevo eliminando el gas que se formó.
  3. Dividir en tres: reservar una tercera parte en en refrigerador para hacer los huesitos.
  4. Con el resto, formar una bola uniforme y colocarla en una charola lo suficientemente grande como para que doble su tamaño.
  5. Formar los huesitos con las llanuras de los dedos y el cráneo (la bolita) del pan.
  6. Batir el huevo que no se utilizó y barnizar la masa grande. A forma de pagamento usarlo para colocar los huesos al pan así como la bolita del centro.
  7. Dejar reposar aproximadamente durante una hora, en una zona tibia de la cocina para que duplique su tamaño.
  8. Precalentar el horno a 220 grados Celsius, meter los panes durante 25 minutos.
  9. Dejar enfriar y mientras tanto, temperar la mantequilla para que quede con una consistencia de pomada.
  10. Barnizar y cubrir con azúcar blanca.