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La importancia de la leche al preparar café: ¿cuál es la mejor?

Por Érika Choperena

Con frecuencia intentamos analizar, entender y descubrir la calidad del café que bebemos. Que si la forma de procesarlo, la región de donde proviene o el tostado de los granos, pero ahora hablemos de algo que habíamos ignorado: la leche que lo acompaña.

Aunque a algunas personas no les gusta añadir absolutamente nada a su café, otras prefieren un americano con un toque de crema, otras son fans de los lattes o flat whites, etcétera.

Pero después de por fin conseguir un café de calidad, no tener cuidado con la leche puede echar a perder toda la experiencia o la taza.

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Los tipos de leche

La leche ayuda a que el café tome otros sabores y el tipo que se utilice es fundamental.

La grasa en la leche entera es de menos del 4%, pero es suficiente para que al ser airada o espumada se vuelva cremosa.

El arte latte -las figuras que hacen en tu café- tiene su secreto en lo cremoso y el movimiento de la mano del barista al verterla.

Las variedades de leche que hoy existen en el mercado son bastantes para acomodarse a las necesidades y gustos de cada persona.

Actualmente los más comunes son la entera, deslactosada y semidescremada, pero también se pueden añadir leches vegetales de coco, arroz, soya, almendra, alpiste, quinoa o avena.

Pero hay que considerar algo muy importante: entre menos grasa tenga la leche será más difícil cremar.

Esto significa que si quieres un capuchino con leche de arroz será extremadamente difícil lograr espuma por la falta de grasa; lo mismo con la de coco u otra vegetal.

Sin embargo, este tipo de leches son bienvenidas para hacer lattes, ya que necesitan menos espuma.

También puedes usarlas para cortar tu americano.

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Leche de arroz

La combinación con el café

Las bebidas con base de café y leche son varias, una de ellas es el flat white, una bebida creada en Australia en los años 80.

Para hacer un flat white se requiere café ristretto, es decir, reducir la cantidad de agua en el shot de café. La leche tiene que estar cremada y con microespuma.

Al verterla es necesario tratar de dejar la crema de la leche hasta el final, esto hará que se mezclen ambos líquidos. Un buen flat white se distingue por un sabor dulce, característica de una leche bien cremada.

La diferencia con un espresso cortado es la cantidad de agua en el café, que en el espresso no es ristretto, además de que la leche es menos, apenas la mitad del total de café.

¿Les suena la palabra macchiato? Es muy utilizada al hablar de café. Es una palabra italiana que significa “manchado”.

Así que si en algún momento pides un espresso macchiato no te sorprenda que el barista no ponga ni una onza de leche en tu café, la intención es que solo quede manchado.

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No solo al café

La leche también es excelente acompañante para los tés. Una de las combinaciones más famosas es con matcha, este famoso té verde en polvo.

Si quieres pedir un té con leche, una de nuestras recomendaciones es utilizar leche de soya para cortar tu té rooibos y endulzarlo con miel. La mezcla de sabores dejará en tu boca una textura aterciopelada.

La leche de soya también se recomienda para cortar infusiones, pero ten cuidado con las frutales.

Si tu intención es poner un poco de leche a una infusión a base de hibisco, la de coco es tu mejor opción.

Si tu infusión es floral prueba con leches de vaca o de arroz, que también le dará un excelente sabor.

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Matcha latte

No te quedes con el antojo, visita alguna de estás cafeterías y pide tu favorito.

Centro café

Dirección: Galvestón 21, Nápoles.

Dosis café

Dirección: Álvaro Obregón 24, Roma.

Casa Tassel

Dirección: Córdoba 110, Roma.