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Por los agricultores, por los ingredientes, #canastaXméxico

Por Paloma García Castillejos

Un dato alarmante: el 85% de las frutas, verduras y hortalizas orgánicas cultivadas en México tenían como destino algún país extranjero. Con la crisis sanitaria el comercio se paralizó y se corre el riesgo de que todos estos productos se desperdicien. Para que eso no suceda, ya se puede adquirir una #canastaXméxico.

No sólo es preocupante que esa cantidad de comida termine en la basura sino que todos los campesinos involucrados pierdan sus ingresos al no contar con sus compradores regulares.

Cada canasta tiene más de 20 variedades de frutas y verduras con un peso aproximado de 12 kilos en total. Esto es suficiente para alimentar a una familia de tres durante una semana.

Lo que motiva la #canastaXméxico

Aproximadamente son 2,435 toneladas de vegetales que se cultivan en México con todos los estándares de calidad que exige un sello de producto orgánico. De este número, 2,070 están destinadas a la exportación a países como Estados Unidos, Alemania y Reino Unido; sin embargo, la crisis sanitaria trajo consigo una parálisis económica que frenó las negociaciones de venta.

Producir semejante cantidad de alimento no es una cosa de todos los días y, de hecho, es imposible que una sola empresa los maquile. Son colectivos de pequeños agricultores que, al unirse, crean una voz capaz de poner sus frutas y verduras al alcance del mundo entero.

En toda crisis hay áreas de oportunidad y esta es una para que los ingredientes orgánicos nacionales ganen terreno en su propio país. Comprando una #canastaXméxico se favorecerán a más de 500 microempresas y se evitará el desperdicio de alimentos.

El beneficio es bilateral. Al comprar una #canastaXméxico, la cual tiene un precio de 650 pesos, se reciben aproximadamente 12 kilos de frutas y verduras orgánicas de distintas especies; esto también es un área de oportunidad para ponerse manos a la obra en la cocina y hacer menús mucho más ricos con tanta variedad.

Los beneficios en números

El proyecto está pensado para favorecer a todos los eslabones de una cadena que se diseñó con base en la vunerabilidad. Es decir, todas aquellas personas involucradas necesitan ayuda de forma urgente.

En primer lugar va lo evidente, salvar los productos. Con ellos vienen los 500 agricultores que los cultivan y viven de eso; ingreso sin el cual es imposible planear siembras futuras ni sustentabilidad.

Lo siguiente es empacar todo para ponerlo a la venta. Se contrataron a 2,160 personas que se encargarán de esta labor asegurando la inocuidad y la higiene en cada uno de los vegetales.

Una vez listos para entregarse, hay que llevarlos a las casas de quienes se solidarizaron con la causa. Para eso, se hizo una alianza con 12 mil taxistas -que tampoco tenían ingresos fijos- que se encargarán de hacer las entregas de forma segura.

En total de toda la cadena productiva, 16,680 familias serán beneficiadas y mantendrán la estabilidad de todos ellos.

En la página web del proyecto viene toda la información de los sellos de garantía y calidad en productos orgánicos. Además, también irán actualizando la lista de vegetales conforme a las cosechas para hacer entregas de ingredientes frescos.