Recientemente se publicó el libro Malbec Mon Amour, una obra donde los enólogos Laura Catena y Alejandro Vigil recorren el nacimiento y evolución de una de las cepas más emblemáticas de Argentina y el mundo.
Dos de los referentes más destacados de la enología y viticultura, la Dra. Laura Catena, cuarta generación de la familia y directora ejecutiva de la bodega argentina Catena Zapata y Alejandro Vigil, director de enología de Catena Zapata, presentan la primera guía geológica de las regiones y suelos de Mendoza, Argentina.
Foto: Cortesía Malbec Mon Amour
El libro combina información técnica con ilustraciones, anécdotas y datos que te guiarán de manera entretenida los momentos icónicos de la historia y la evolución del Malbec.
También conocerás los distintos terroirs mendocinos en los que la cepa se adaptó a la perfección.
Cada capítulo incluye diálogos entre Catena y Vigil en los que describen sus recorridos de los viñedos y la música, pintura o literatura a las que los remiten.
“Alejandro y yo vemos el mundo del vino, su historia antigua, su terroir, su gente, sus suelos y su clima en términos muy románticos y artísticos”, comentó Laura Catena.
“Hace tiempo que queríamos contar la historia del Malbec, porque es de casi extinción, renacimiento y final feliz. Trata de cómo una cepa ha contribuido a elevar la vida de millones de personas durante más de dos mil años”.
La uva Malbec, aunque no lo creas, no es argentina. Surgió en Francia y era conocida como plante du Roi (planta del rey).
En la segunda mitad del siglo XVII y durante todo el siglo XVIII, el Malbec adquirió un nuevo impulso junto al Cabernet Sauvignon, pues pasaron a ser las cepas más plantada en Burdeos.
Las primeras cepas de Malbec, llegaron a Argentina en 1853. El clima soleado, templado y seco de la región de Mendoza junto con los suelos aluviales, fortalecieron a la cepa.
También en Mendoza se hizo muy resistente a la mortífera filoxera que fue responsable de la destrucción de viñedos enteros y la casi extinción de Malbec en el siglo XIX en Europa.
En cambio, en el cono sur, el Malbec encontró su hogar. De allí que se diga que el Malbec y Argentina son como “un matrimonio hecho en el cielo”.
Mendoza es la primera potencia vitivinícola de América Latina y la quinta del mundo, con 140,000 hectáreas de viñedos y centenares de bodegas, entre las que destaca Catena Zapata, con más de 120 años de tradición.
Foto: Cortesía Catena Institute
La pasión de la familia Catena por Mendoza está presente desde 1902 cuando el inmigrante italiano, Nicola Catena decidió invertir en su propio viñedo.
A mediados de los 90, su nieto, Nicolás Catena Zapata, impulsó el renacimiento del Malbec y la transformación de la bodega en un referente internacional.
Posteriormente, Laura Catena logró unir su pasión por el vino, sus conocimientos científicos y ese anhelo por “la salud” de los suelos y del ecosistema completo de los Andes para crear el Catena Wine Institute.
Este centro de investigación, en colaboración con la Universidad de California, Davis, y la Universidad Nacional de Cuyo, lidera proyectos de investigación para ampliar el conocimiento vitivinícola.
El vino significa intensidad, amor por la tierra y por la naturaleza. Detrás de cada vino hay personas que buscan seguir mejorando día a día.
Malbec Mon Amour es publicado por Catapulta Editores y está a la venta en Amazon.