Un desayuno alto en proteína tiene varios propósitos, pero el más importante es tratar de controlar el apetito insaciable. Si sueles tener mucha hambre a pesar de haber desayuno, es posible que este tipo de desayuno puede mejorar tu saciedad.
¿No te ha pasado que desayunas y en unas pocas horas ya tienes hambre? Esto puede deberse a varios factores, tal vez la composición de tu desayuno no sea la indicada.
Uno de los factores más comunes por el cual puedes tener hambre después del desayuno, puede ser por un bajo consumo de fibra, la cual ralentiza el proceso de digestión y promueve una sensación de saciedad.
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Foto: Desayunar con una elevada cantidad de proteínas y baja de carbohidratos simples podrá ayudar a tu salud/ Shutterstock
Aunque una de las razones más frecuentes es la falta de proteínas y el exceso de carbohidratos simples durante tu desayuno.
El exceso de carbohidratos simples como pan blanco, jugo procesado y cereales elevan rápidamente tus niveles de azúcar, pero también bajan igual de rápido, esto provoca hambre.
Sustituir carbohidratos simples por carbohidratos complejos y aumentar el consumo de proteínas puede ser la clave para la saciedad.
Reducir los carbohidratos complejos y aumentar las proteínas podría ayudar a tener un mejor desempeño/ Shutterstock
Las proteínas son fundamentales para una saciedad duradera, estas pueden mejorar tu rendimiento físico y mental. Además de que tienen un impacto positivo en tu salud metabólica.
Algunos de los beneficios más relevantes del consumo de proteínas en el desayuno son:
El consumo de proteínas en el desayuno ayuda a reducir el apetito hasta la próxima comida/ Shutterstock
Ahora que sabes los grandes beneficios de un desayuno alto en proteína, es importante ponerlo en práctica de forma adecuada.
Siempre será recomendable acercarse a algún experto que te acompañe y guíe en el proceso, pero puedes empezar a realizar pequeños cambios por tu cuenta.
Para un desayuno alto en proteína, lo más importante es la elección de proteínas de calidad, por lo que debes saber que existen dos tipos de proteínas: animales y vegetales.
La cantidad adecuada de proteína durante el desayuno es de 30 a 50 gramos/ Shutterstock
Para un desayuno balanceado alto en proteína, se recomienda el consumo de entre 30 y 50 gramos. Dependerá de la persona y de sus necesidades dietéticas, pero es un aproximado adecuado.
Para un desayuno alto en proteína siempre debe ir acompañado de dos elementos clave: carbohidratos complejos y grasas saludables. Por lo que acompañar tu desayuno con un elemento de cada grupo ayudará al equilibrio nutricional.
Foto: Shutterstock
Un desayuno con alto contenido de proteína puede potencializar al máximo tu salud, mejorar tu rendimiento físico y reducir el antojo. Este tipo de dieta se recomienda siempre con la guía de un experto para que se adapte a tus necesidades.
Con estos pequeños cambios en tu desayuno, podrás crear nuevos hábitos que le ofrezcan a tu cuerpo una sensación de energía sostenida y un mejor rendimiento mental.
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