El mercado, situado en La Habana, abrió sus puertas en momentos en que el gobierno cubano suspendió “temporalmente” la entrega de nuevas licencias para ejercer varios oficios del sector privado, frenando el auge del autoempleo en la isla.
MERCABAL comercializará frijoles, cigarros, refrescos, cervezas, azúcar, sal, confituras, pollo, hamburguesas y salchichas, productos a los que les aplicará un descuento de entre un 20 y 30 por ciento de venta minorista, a excepción del pollo que será de un 30 por ciento, según Granma.
Actualmente hay registrados más 550.000 trabajadores privados y funcionan 429 cooperativas no agropecuarias de manera experimental, según cifras oficiales.
El gobierno cubano ha dicho que no permitirá la concentración de la propiedad y la riqueza en la gestión privada, un intento promovido por Raúl Castro para paliar el recorte de las plantillas estatales infladas e impulsar la deteriorada economía local.
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