
No hace falta gastar demasiado para regalar o brindar con un buen vino en Navidad. Esta guía de vinos mexicanos por menos de 350 pesos es ideal para cualquier ocasión.

La temporada navideña suele venir acompañada de reuniones familiares, cenas especiales y regalos con sabor, y qué mejor que una buena botella de vino mexicano que no te haga romper el cochinito. Aquí te propongo varias etiquetas que se consiguen en supermercados y tiendas en línea en México, que mantienen buena relación calidad-precio, ideales para regalar o para brindar en estas fiestas.

Como bien dicen, en gustos se rompen géneros y aunque aquí te deje una lista, el “mejor” vino será el que a ti te guste y disfrutes. Hay muchísimas opciones, desde aquellos con baja intervención y orgánicos, biodinámicos, hasta vinos añejados con música, el chiste es que pruebes y pruebes, y descubras el perfil que a ti te va mejor.

De Aguascalientes hasta tu mesa. Este vino muy equilibrado y sorprendentemente complejo y aromático. Te encantará si te gustan los perfiles afrutados y no tan astringentes. En boca es redondo, con taninos firmes pero amables y un final largo y especiado. Su versatilidad lo hace ideal para la mesa navideña mexicana: armoniza con pavo, lomo en salsa de ciruela, tamales oaxaqueños, pozole rojo, cochinita y quesos semi-maduros. Un vino que luce bien en cualquier reunión.
Este vino guanajuatense destaca por su perfil frutal y especiado: ciruela madura, cereza negra, un toque de vainilla y notas suaves de madera. En boca tiene taninos suaves, buena acidez y una textura que lo hace muy bebible sin perder elegancia. Es una opción perfecta para quienes buscan un tinto que acompañe recetas navideñas sin opacarlas: combina muy bien con pavo en relleno dulce, pierna mechada, romeritos con camarón, enchiladas, tamalitos de chiles ahumados y quesos tipo manchego o panela asada.
Expresión elegante y bien estructurada con notas de frutos rojos maduros como zarzamora, frambuesa y arándanos, acompañadas de un toque de especias y matices lácteos que evocan yogur de fresa. Este Syrah mexicano muestra la elegancia clásica de la uva: en boca es sedoso y un final cálido que acompaña muy bien platos intensos como la pierna al horno con adobo, pavo en salsa de chile pasilla, costillas caramelizadas, bacalao a la vizcaína o mole. Su carácter robusto lo vuelve un imprescindible para quienes buscan tintos formales sin salir del rango accesible.

De perfil fresco y accesible. En boca, ofrece una acidez brillante, notas de manzana verde, piña y ligeros toques cítricos que lo hacen muy bebible, sin la presencia marcada de madera. Es perfecto para acompañar platillos frescos o con contraste dulce-salado, como la ensalada de Nochebuena, bacalao a la vizcaína, lomo navideño con glaseado de frutas, o incluso romeritos sin camarón, donde su acidez ayuda a equilibrar el mole.
Este vino es uno de los blancos más versátiles de México. Sus dos uvas aportan un perfil aromático expresivo con notas de durazno, guayaba, cítricos y flores blancas. En boca es fresco, ligeramente untuoso y con una acidez equilibrada. Marida especialmente bien con pavo al horno, pierna adobada, cochinita , tamales verdes o de rajas, y pozole blanco, ya que resalta sabores especiados sin robar protagonismo. También acompaña muy bien botanas navideñas como quesos frescos, frutos secos y dips cremosos.
Ezequiel ofrece una interpretación más frutal y ligeramente más madura del Chardonnay. En boca, encontrarás notas de pera, melón, manzana amarilla y un sutil toque mantequilloso que aporta sensación de volumen sin llegar a ser un vino pesado. Su mejor maridaje navideño incluye romeritos con mole, pavo relleno tradicional, tamalitos de elote, cremas navideñas (como la de nuez o almendra) y bacalao estilo casero. También funciona de maravilla con postres poco dulces como buñuelos ligeros o galletas de especias.

Un clásico de clásicos. Ligero, afrutado y fresco, una trilogía que lo convierte en una gran elección para abrir apetito o para pasar largas horas platicando, ya que su sabor no cansa. Si lo quieres maridar, una pasta cremosa, un dip de alcachofa o una tabla de quesos le vienen genial.
Fresco y expresivo, con aroma a frutos rojos como fresa, frambuesa y cereza, acompañados de un toque floral y un final ligeramente especiado. En boca es seco, refrescante y redondo, con buena acidez que invita al siguiente trago. Su estructura (más firme que un rosado ligero) lo convierte en un excelente compañero para pierna adobada, pavo enchilado, lomo relleno, tamales rojos, ensaladas con frutos secos o incluso romeritos sin camarón. Es un vino festivo, accesible y muy navideño.
En este vino se encuentran presentes notas frutales como la cereza, fresa, frambuesa y la flor de jamaica. En boca, se percibe acidez balanceada y frescura que es perfecto para maridar con pescado zarandeado, spaguetti al chipotle, camarones al ajillo.

Elaborado según el método charmat de doble fermentación en envase cerrado, que garantiza la fineza y persistencia del burbujeo “perlage” (constante, delicado y fino) y la calidad de su aroma y sabor que lo distinguen entre todas las bebidas. Marida excelente con platillos mexicanos, especialmente aquellos a base de mariscos y pescados, como un aguachile o ceviche, guacamole y moles ligeros.
Mezcla de aromas a fruta como durazno, manzana y naranja, con notas melosas con sutil nota de anís, que van perfecto como postre, para un brindis dulce o como acompañamiento de crepas rellenas con alguna fruta, tamales de dulce o una carlota. Elaborado con el método tradicional champenoise, que al pasar por una segunda fermentación por doce meses en botella, logra una burbuja de gran finura y elegante estructura.
Un vino espumoso con intensos aromas florales, elegante y suave. Sus notas frutales y ligeramente ácidas de manzana verde son ideales para servirse con quesos y mariscos de concha. Es perfecto para abrir la cena o acompañar platillos mexicanos que mezclan sal, dulce y acidez. Funciona especialmente bien con ensalada de Nochebuena, pavo con gravy ligero, lomo agridulce, taquitos de camarón o con postres tradicionales como buñuelos, capirotada ligera o galletas de canela. Su versatilidad lo hace ideal para brindar y para comer.
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