Una de las bebidas en el mundo que más beneficios tiene es una infusión de la planta camellia sinensis que hace toda su magia con polifenoles. Siendo tan bueno, ¿por qué no comerlas? Olivia Medina fue una de las primeras expertas que escuchamos hablar acerca del uso de hojas de té para cocinar.
Olivia es Tea Master y fundadora de Euro Té. No es una sorpresa que con todo su conocimiento haya llegado a la conclusión de que comer las hojas que quedaban después de preparar una infusión era una excelente idea. ¿Su reto? Lograr recetas ricas que tengan una verdadera aplicación en la cocina.
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¿Descubriendo el hilo negro?
Hay varias investigaciones acerca de los beneficios de la planta camellia sinensis que por cierto es originaria de Asia. El descubrimiento del té es un debate eterno entre chinos y japoneses pues cada uno tiene su propia historia acerca del origen.
En ambos países -a los que después se sumó India- tomar esta bebida no es cualquier cosa; hay, incluso, ceremonias rigurosas. Si tomamos en cuenta que las propiedades del té son casi milagrosas, hacerle una ceremonia no suena tan fuera de contexto.
Si nos ponemos a pensar en todas las propiedades que podrían sumarse si no solo se bebiera la infusión pero también existiera el hábito de comer las hojas que quedan, la salud humana probablemente sería otra.
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Y no es del todo raro; el matcha, por ejemplo, es el resultado de la pulverización de las hojas verdes y es aún más beneficioso que las infusiones. Al beberlo comemos la hoja completa pero tiene un molido tan fino que no se percibe.
Con él se pueden preparar infinidad de recetas entonces, tal vez no se está descubriendo el hilo negro.
Es importante recalcar que cualquier exceso en el consumo de un alimento no es del todo bueno como demuestra este estudio en donde se analiza el daño hepático que podrían llegar a tener las personas que beben té verde en exceso.
A pesar de ello, hasta el momento no hay investigaciones que mencionen que consumir las hojas de camellia sinensis sea perjudicial para la salud.
Más de la mitad de los beneficios del té no se utilizan, es por eso mismo que Olivia propone el uso de las hojas de té para cocinar.
Hojas de té para cocinar: Lahpet Thoke y otras ideas
El Lahpet Thoke es un platillo hecho con hojas de té fermentadas o en escabeche que se consume en Asia, específicamente en Myanmar. A este platillo lo acompañan col rallada, frijoles, ajonjolí y jitomate.
Hay otra versión donde los mismos ingredientes se presentan por separado y se llama ahlu lahpet; se sirve en una charola grande, generalmente después de la comida. Prepararlo a la usanza tradicional tarda entre tres y cuatro meses.
Esto es porque el té verde infusionado tiene cierto grado de amargor pues las hojas conservan este sabor con más potencia. Dando un procedimiento correcto, estos defectos desaparecen.
Por supuesto que esta forma de preparar el lahpet evolucionó y ahora se redujo a 25 minutos siempre y cuando se hayan preparado las hojas desde el día anterior.
El procedimiento previo consta de infusionarlas tres veces en agua caliente durante diez minutos y una más en agua fría en periodos de 2 a 12 horas. Después de eso se deben dejar secar.
Si bien este platillo no es conocido en el occidente, la creatividad no conoce fronteras así que se pueden utilizar las hojas para hacer pesto, agregarlas a la pasta o mezclarlas con alguna receta tradicional de galletas.
Cuando el té ya está infusionado, el líquido puede servir para rehidratar las verduras o cocerlas en esa preparación. Las opciones son infinitas, es más una cuestión de imaginación.
Recuerda conservarlas en un lugar fresco y selladas para que los microorganismos como hongos no las hagan inservibles.
