Para cocinar bien, hay que comer bien. No sólo nos divierte sino ahora es, además de parte de nuestro trabajo, una pequeña obsesión; descubrir nuevos libros de cocina, comida y cocineros.
Editado por Running Press, el libro Adelante, estamos cerrados, de la traducción del inglés Come in, we are closed -de Christine Carroll y Jody Eddy- resultó un gran hallazgo. Como su título lo sugiere, es una publicación que presenta las historias, fotografías y recetas de lo que los equipos de las grandes cocinas comen mientras los comensales no han llegado.
En Arzak, el restaurante icono de San Sebastián, podemos conocer los mejores huevos fritos, los que cocina Esperanza Carrasco para el equipo encabezado por Juan Mari y Elena Arzak, y con quienes ha cocinado desde hace más de 25 años.
Conoce los menús favoritos de los miembros del staff de los más reconocidos restaurantes. // Foto: Animal Gourmet.
Gracias a Adelante, estamos cerrados sabemos que el plato favorito del staff de Arzak es la paella, por ejemplo, o leer con atención la entrevista a Elena que orgullosa de su origen vasco responde que la sopa de pescado con papas en el verano, y las lentejas, son algunos otros de los platos favoritos del equipo.
¿Conocer lo que el staff de Mugaritz come? Sí, también.
El libro te cuenta además lo que se vive en esas cocinas, comparten algunas de sus recetas como la paella con pato y gambas y los huevos fritos de Esperanza, en el caso de Arzak, pero ensalada de espinaca, alubias y tocino en el caso del multipremiado restaurante “The fat duck” en Bray, Inglaterra de Heston Blumenthal en donde los sábados, por ejemplo, el personal suele comer el clásico sandwich “BLT” (bacon, lettuce and tomato, es decir, tocino, lechuga y jitomate), croissants y chocolatines.
La publicación comparte además sugerencias y tips de los cocineros de estos grandes restaurantes que han compartido experiencias, vivencias y recetas, como por ejemplo comidas fáciles de preparar con cuatro ingredientes, aquellos productos locales sin los cuales no les gusta comer o las cosas que nunca desperdician.
Vale la pena que le echen un ojo, pues ofrece la posibilidad de conocer los restaurantes y a las personas que los hacen posibles desde otro punto de vista, sentados a la mesa.
