drag_handle

Clavo y nuez moscada, el aroma de un gran negocio

Por Animal Gourmet

El sabor de la nuez moscada es en verdad especial. Posee un gusto ligeramente picante y un aroma difícil de explicar; por su parte el clavo de olor, siendo muy diferente, también se distingue por la intensidad de su esencia.

Ambas especias se emplean en productos de repostería y en guisos clásicos de todo el mundo y su uso ha tenido un gran éxito, como se demuestra al ser los ingredientes principales de cierto brebaje industrial de color negro… la Coca Cola.

Estos célebres productos son originarios del remoto archipiélago de las Molucas, que por ello fueron conocidas como “Las islas de la Especiería”. Se trata de un grupo de más de 20 islas ubicadas en la actual República de Indonesia.

No obstante su lejanía, los antiguos chinos ya conocían todas las virtudes de estas especias por lo que su presencia era indispensable en el botiquín médico, pues la nuez moscada ofrece diversas propiedades tónicas y psicotrópicas, entre las que debe incluirse que sea un excelente digestivo, anti bacterial y también un sedante cuyos efectos pueden llegar a provocar alucinaciones y otros estados alterados de conciencia.

El clavo es un antimicótico y anestésico, al grado que aún ahora se usa contra el dolor de muelas. Se sabe que en el antiguo Egipto se utilizaban también para embalsamar momias; por ello es que su uso en la cocina debe datarse hasta aquellos remotos tiempos, pues ya en el imperio romano y en la misma Edad Media su presencia en la mesa era sinónimo de una gran fortuna.

Actualmente es posible encontrar el sabor de la nuez moscada en platillos dulces y salados de cocinas tan diversas como en los currys de la India o de Japón, en la ubicua salsa Bechamel, en el embutido tradicional de Escocia llamado Haggis, así como en las galletas navideñas de Dinamarca; y lo mismo sucede con el clavo de olor, que va en los ponches y los moles con sutileza y elegancia, amén de bebidas y golosinas de todo el mundo.

La nuez moscada es la semilla del fruto de la .... // Foto: Especial.

La nuez moscada es la semilla del fruto del árbol Myrisitica fragrans, la membrana roja que la cubre es el Macís. // Foto: Especial.

¿Pero de dónde provienen?

La nuez moscada en realidad es la semilla del árbol Myrisitica fragrans que se esconde dentro de un fruto que debe dejarse madurar por un tiempo y se abre entonces para encontrar esta nuez, rodeada por una frágil envoltura conocida como Macís, que se toma como otra especia, aunque es muy similar y se le considera como la esencia de esta fragancia.

El clavo de olor se obtiene también de un árbol, el Syzyium aromáticum; en este caso se trata tan solo del botón de sus flores, recolectados antes de abrir.

La ruta de estas especias comenzaba en la selva donde era recolectada a mano y llevada hacia el puerto de Malaca, en Malasia, donde se embarcaba hacia el Mediterráneo por alguna de las rutas principales de las especias; la primera surcando el Mar Rojo hasta Suez y de allí hasta el Cairo. O bien, atravesando el Golfo Pérsico hacia Bagdad, para tomar la Ruta de la Seda hasta Constantinopla.

Aquella era una época de veleros y caravanas que podemos revivir en el libro de Las mil y una noches, donde se cuentan las historias del antiguo tráfico de especias en relatos de gran viveza. Pero todo esto cambió cuando los españoles conquistaron las Filipinas y los portugueses se dieron a la tarea de colonizar justamente el archipiélago de las Molucas para controlar este lucrativo comercio.

El clavo de olor es el botón de la flor del árbol Syzyium aromáticum. // Foto: Especial.

El clavo de olor es el botón de la flor del árbol Syzyium aromáticum. // Foto: Especial.

Sin embargo, la ominosa Compañía holandesa de las Indias Orientales, o VOC (Vereenigde Oostindische Compagnie) que es la primera corporación transnacional de la historia y fue fundada en el año de 1602, logró establecerse en los principales puertos de Asia ejerciendo un férreo monopolio sobre el clavo y la nuez moscada por medio de la esclavitud, la guerra y el terror, incendiando islas enteras y castigando con la muerte a quien osara sembrar un solo árbol de especias fuera de los territorios bajo su control.

Finalmente fue un ciudadano francés, Pierre Poivre (1719-1786), conocido en español como Pedro Pimienta, quien logró contrabandear algunas semillas de nuez moscada, clavo y pimienta, para cultivarlas en las colonias francesas del Mar Caribe, con lo que  finalmente este monopolio y a la postre la misma VOC, vieron su fin.

Es increíble pensar que algo tan modesto como una nuez o el botón de una flor hayan sido uno de los motores económicos del mundo, pues antiguamente los barcos cargados con estos aromas volvían a sus puertos con oro en sus bodegas.

Por ello mencionamos a la célebre bebida negra que se vende en todo el mundo, ya que con ese ejemplo podremos considerar el volumen de dinero que un sabor puede generar.