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El futuro nos alcanza (y la carne de probeta, también)

Por Animal Gourmet

Esta vez no se trata de un libro de ciencia ficción, la producción de carne en laboratorios es real y cada día se acerca más al consumidor. La idea nació de un procedimiento que inicialmente fue desarrollado para la medicina, donde se buscada la creación de tejidos y órganos para el trasplante en los pacientes.

Lo más surreal de esta tecnología es que aunque produzcan carne con todas las características, nunca se crío ni se sacrificó a ningún animal, aunque sí se extrajeron las primeras células de un animal vivo a través de una biopsia.

Al año se consumen cerca de 300 millones de toneladas de carne en el mundo, y se espera que en menos de 50 años ésta cantidad sea mínimo de 500 millones de toneladas. Sólo en Estados Unidos una persona come en promedio 270 kilos de carne, lo equivalente a 1,000 hamburguesas al año.

El mayor problema asociado con el consumo de carne en el mundo es de origen ambiental, ya que es el principal contribuyente de gases tipo invernadero produciendo el  80% de estos.

Otra de las mayores preocupaciones son los gases que emiten las vacas, los cuales están llenos de gas metano. Aunque suene extraño y hasta ridículo, los “pedos” de las vacas son mucho más dañinos de lo que la mayoría creíamos.

Además de los gases que produce el ganado, los recursos que se utilizan para producir una carne de hamburguesa son impresionantes. Para sólo una hamburguesa se usan tres kilogramos de alimento para el animal, 200 litros de agua, 22 metros cuadrados de tierra para la producción del grano que come la vaca, todo por sólo 100 gramos de carne.

A la mayoría de nosotros nos encanta comer carne, no cabe duda, pero la agricultura moderna no la ésta produciendo de manera sustentable, y esto es ya tan obvio que hasta personajes como Bill Gates y Sergey Brin están invirtiendo en tecnologías y compañías que se dedican a hacer carnes de probeta.

Hasta la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la ha categorizado como un alimento que no sustentable.

El 5 de agosto del 2013, se presentó al publico la primera hamburguesa hecha en un laboratorio de la Universidad de Maastricht, en los Países Bajos. En la presentación la cocinaron y algunos críticos de comida la probaron, aunque el sabor aún no era el ideal concordaron que la textura era perfecta.

Buscar alternativas al consumo de carne no es cosa nueva, hamburguesas de soya o tofu están hoy en casi todos lados y aunque en un principio se escuchaba que eran horrorosas, sin sabor y con textura desagradable, hoy ya son muy aceptadas.

La compañía en la que invirtió Gates llamada Beyond Meat, no produce carne con células de animales si no que en cambio usa aminoácidos, grasas, carbohidratos, minerales y agua que normalmente se encuentran en la carne, pero los toman de las plantas, y calentado, enfriando y generando presión, obtienen un producto que pareciera una hamburguesa perfecta.

Lo más sorprendente de Beyond Meat es que lograron engañar a un crítico de comida del New York Times llamado Mark Bittman, cuando le dieron dentro de un burrito unas tiras de “pollo” hecha a base de soya y amaranto, nunca logró notar la diferencia.

Suena a una película de ciencia ficción o simplemente una locura y aunque aún hay mucho que seguir investigando, pareciera que en un futuro cercano podremos encontrar en los pasillos de nuestros supermercados carne hecha en laboratorios.