drag_handle

#50SaboresMexicanos Su majestad el chile de árbol

Por Animal Gourmet

Esta especie de chile —de nombre científico Capsicum annuum— no crece en un árbol sino en un arbusto muy grande. En San Luis Potosí se le conoce como “Chile Bravo” y existe además una variedad llamada “Cola de Rata” que se distingue por ser más largo.

Aunque se sabe que las plantas de chile son de origen sudamericano, esta variedad es endémica de México, por lo cual su uso es poco extendido fuera de nuestro país.

Fresco es de color verde y a medida que comienza a madurar toma tonos rojos, hasta alcanzar completamente este color. Tras su maduración también se utiliza en salsas y platillos pero su sabor también cambia. Al secarse su picor aumenta y su color es rojo brillante, siendo así como más se le consume. En esta forma se le considera especia y se vende por paquetes.

Seco, este miembro de la familia de las Solanáceas, se pone en platitos para acompañar platillos como la birria y el menudo, o pancita,  junto con tortillas recién hechas. Hay quienes se lo agregan al caldo en el momento final pero usualmente a la gente lo que le gusta es masticarlo. El picor despierta la sed e incrementa las ventas en las cantinas, por eso no sorprende que este chile seco aparezca trozado y mezclado en las botanas como cacahuates.

El aporte nutrimental de 100 gramos de chile de árbol es de 320 kilocalorías, 64 gramos de hidratos de carbono, 14 gramos de proteínas, 6 gramos de lípidos, 1.06 gramos de vitamina A, 56 miligramos de vitamina C. Sobre su pungencia podemos decir que tiene entre 50 y 65 mil unidades en la escala Scoville que lo hacen bastante picoso.

Aunque es común en las salsas también interviene en la preparación de distintos guisos. A diferencia de otros, el chile de árbol se emplea con todo y semillas y venas, como cuando se martaja o licúa para dar sabor a las salsas verdes o rojas más populares.

También son pasados por un poco de aceite y sal, para luego ser tostados o “toreados” en el comal y se ofrecen así a los comensales quienes los consumen a mordidas para acompañar una gran variedad de tacos.

En inglés: ‘chile arbol’. En francés: ‘chile arbol’.

Salsa pozolera

Esta receta es clásica para darle un toque de sabor extra al pozole o al menudo y hasta para untarla en tostadas. Es muy sabrosa y siempre se hace en pequeñas porciones porque pica bastante. Se puede conservar en refrigeración pero usualmente se agota con los platos festivos que acompaña.

Ingredientes

1 taza de aceite

Chile de árbol seco y sin rabo, el necesario

3 dientes de ajo pelados

Sal al gusto

Procedimiento

En una sartén agregar 1/4 de taza de aceite con dos puños de chile de árbol hasta que queden ligeramente dorados.

Licuar el ajo y el chile con el aceite. Añadir un poco de sal. Agregar el resto del aceite y mezclar

Consejos:

  • El aceite se calienta al mismo tiempo que los chiles durante unos 5 minutos a fuego medio. Evitar que los chiles queden muy dorados.
  • Al licuar la temperatura del aceite debe ser baja para evitar accidentes.
  • En refregeración dura hasta 6 meses.