drag_handle

#RECETA Gnudi de mantequilla y salvia de Jamie Oliver

Por Animal Gourmet

La comida más simple es, casi siempre, la mejor. Bajo esta premisa, el chef inglés Jamie Oliver compiló en el libro Comfort Food 100 recetas imprescindibles para los amantes de la cocina sencilla y encantadora.

El libro del cual les compartimos una receta, publicado por el Grupo Editorial por Penguin Random House bajo el sello Grijalbo, viene en una edición simple y sorprendente, justo como los platillos que contiene. Si lo ven, no duden en comprarlo.

Gnudi de mantequilla y salvia

Foto: Cortesía Peguin Random House.

Foto: Cortesía Peguin Random House.

Los gnudi son un plato fantástico. Tienes que hacerlos. Son elegantes, tienen una textura ligera, prepararlos resulta sencillo y son una agradable sorpresa para la mayoría de la gente. Mi querida amiga April Bloomfield, del moderno Spotted Pig de Nueva York, últimamente los ha hecho famosos, pero lo cierto es que son típicos de la Toscana y que su origen se remonta a por lo menos treinta o cuarenta años atrás. Gnudi significa «desnudo», por cierto. Básicamente son raviolis de ricotta pero sin la pasta (es decir, desnudos). Si quieres triunfar con ellos, lo suyo es utilizar ricotta, mantequilla y parmesano de la mejor calidad, además de la estupenda salvia fresca picada.

Ingredientes

  • 1 kilogramo de queso ricotta
  • 100 gramos de queso parmesano
  • 1 nuez moscada entera (para rallar)
  • Semolina fina
  • Mantequilla sin sal, la necesaria
  • 30 gramos de salvia
  • 1 limón
  • Queso parmesano para rallar

Procedimiento

Poner la ricotta en un cuenco con una pizca de sal marina y pimienta negra, y rallar fino el parmesano y un poco de nuez moscada. Batirlo todo junto y comprobar que el condimento esté bien equilibrado: la nuez moscada debe ser uy sutil. Cubrir generosamente con semolina una bandeja grande, luego formar bolas de 3 centímetros con la mezcla de ricotta y a medida que se vayan haciendo rebozarlas en la semolina hasta que queden bien cubiertas. Deberían salir unos 40 gnudi de esta cantidad de ricotta. Sacudir y cubrir muy bien con semolina y dejarlos 8 horas o preferiblemente toda la noche em la nevera (sin tapar la bandeja): la semolina deshidratará la ricotta y le dará a los gnudi una preciosa capa fina.

Los gnudi sólo tardan 3 minutos en cocerse; a mí me gusta hacerlos en tandas de dos raciones para tratarlos con mimo. Sacudir el exceso de semolina de 2 raciones de gnudi y cocerlos en aua hirviendo con sal. Mientras tanto, derretir una cucharada de mantequilla en una sartén a fuego medio, escoger unas 20 hojas de salvia fresca y tostarlas. Retirar las hojas crujientes a una bandeja, pasar los gnudi directamente del agua a la sartén y añadir una cucharada del agua de la cocción. Cuando la mantequilla y el agua hayan emulsionado, apagar el fuego y rallar encima una capa de parmesano, añadir unas gotas de zumo de limón y mezclar bien. Servir en cuencos calientes enseguida y con un poco más de nuez moscada rallada, parmesano y las hojas de salvia crujientes mientras se hace la siguiente tanda. Limpiar la sartén entre las tandas. Bienvenido al club de los naturistas.

Los gnudis pueden transformarse fácilmente añadiendo un ingrediente de temporada, como puntas de espárragos, guisantes, setas silvestres o unos cuantos tomates. Cualquiera de ellos con la mantequilla de salvia los hará triunfar. En verano, poner unas cuantas hojas de albahaca fresca machacada en la mezcla de ricotta es una exquisitez; en invierno, usar un chorrito de vino tinto de calidad para desglasar la sartén porque añade al plato un sabor delicioso.