Este tubérculo de forma ovalada alcanza a medir entre los diez y veinte centímetros de diámetro, y llega a pesar tres o cuatro kilos. Su corteza externa es de color beige o amarillenta y su pulpa es muy blanca. Tiene un tenue sabor dulzón, su consistencia es dura, crujiente y jugosa y su textura, muy fibrosa.
Oriunda de centroamerica, se come desde la época prehispánica en Mesoamérica. Los náhuatls le llamaron xicámatl, que significa “raíz acuosa” de donde deriva su nombre xicama o jícama.
En general se le encuentra todo el año, pero durante el periodo decembrino se estima mucho más a la pequeñita que se suma a las piñatas navideñas. Se les conocen como piñateras.
A través del Galeón de Manila fue introducida a las Filipinas, donde se le llamó singkamas. Desde allí se extendió a Indonesia, a las islas del Pacífico, al sudeste de Asia y a China. Hoy es muy popular en esa zona donde se prepara cocida al vapor, horneada o frita. Se emplea y estima tanto que incluso piensan que es endémica de esa región.
Actualmente es muy gustada como golosina, en las escuelas es muy popular durante todo el año donde se le encuentra trozada en rebanadas o bastones y bañada con jugo de limón, sal y chile piquín en polvo. Se vende cotidianamente en puestos o carritos callejeros. Se emplea en platillos populares como el pico de gallo y es protagonista en encurtidos de chiles.
Interviene en una gran cantidad de ensaladas. En la Ciudad de México se le encuentra en jicaletas, paletas de jícama con chile y chamoy.
En 100 gramos de jícama hay 42 kilocalorías, 8.7 gramos de hidratos de carbono, 1.4 gramos de proteínas, 0.2 gramos de lípidos y 6 miligramos de sodio.
Nombre científico: Pachyrrhizus erosus (L.) Urban. Pertenece a la Familia Botánica de las Fabáceas.
En inglés: jicama. En francés: jicama
Poner en un platón las jícamas. Bañar con el jugo del limón y espolvorear de sal. Cubrir la jícama con las tiras del pimiento.
Agregar los cacahuates y el perejil.
*Esta receta forma parte del libro Y la comida se hizo de Editorial Trillas.