Caminar por las calles de Michoacán no sería lo mismo si no encontráramos cada tres cuadras algún vendedor de nanche.
Este fruto de color amarillo tiene un sabor agridulce; el árbol que lo da puede llegar a medir hasta 20 metros y su floración comienza en abril.
Dependiendo el estado puede tener otros nombres como nanchi, manzanito, ciruelillo changunga y no solo se da en Michoacán. Los estados de Guerrero y Nayarit son también grandes productores, tan solo entre estos tres se produjo el 73% a nivel nacional.
En la zona del occidente del país lo puedes encontrar en los meses de mayo, junio y julio.
Este fruto de color amarillo intenso tiene el tamaño de una aceituna y también tiene una gran semilla dentro. La cáscara puede utilizarse como pigmento natural dando como resultado un color castaño.
Su árbol es ornamental y también un gran refugio de sombra.
Comer nanche es muy versátil, puede ir desde un agua fresca o encurtido; este último es muy común como comida callejera michoacana.
También se puede comer solito, en mermelada, en nieves, atoles, licores y es uno de los frutos más populares que se fermentan para producir tepache.
Su árbol ha sido utilizado en la cultura mixe y en distintas comunidades por la medicina tradicional.
La corteza, ramas y hojas se utilizan para tratar enfermedades como diarrea o problemas dermatológicos.
Es rico en fibra y carbohidratos, además de aportar vitaminas C, K y E.
¡Es temporada de nanche! Así que si lo ves en la calle, no lo dudes y compra tu buena dotación para incluirlo en tu menú. Aquí te damos algunas ideas: